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1.3 CARACTERÍSTICAS DE LAS DIFERENTES CORRIENTESTEÓRICAS QUE EXPLICAN LOS PROBLEMAS SOCIALES

1.3.4 EL NEOPOSITIVISMO

Entre el primer cuarto del siglo XX y la Segunda Guerra Mundial se da un renacimiento de la lógica que, junto con la filosofía kantiana, producirá el movimiento intelectual conocido como neopositivismo o neokantismo. Pero, ¿en qué consiste este movimiento? ¿En qué se basa?.
El neopositivismo, fiel al apriorismo, entiende a la ciencia como un conjunto de enunciados sujetos a comprobación empírica.

Si la materia de la que se nutre el conocimiento son las experiencias sensibles, y la razón, por su parte, las ordena mediante las categorías y las intuiciones de tiempo y espacio, sólo la observación, la experimentación y la comprobación de esas sensaciones y su comparación con los enunciados lógicos puede considerarse explicación científica; lo que equivale a tomar como paradigma de las ciencias a las ciencias naturales, haciendo del método de tales ciencias el único posible.

Por ejemplo, pensemos en la justicia, el bien, la belleza o cualquier otro valor. En tanto que estos valores escapan a nuestra sensibilidad, no son fenómenos; la razón no puede emplear categorías para ordenarlos y, por tanto, la ciencia no puede decir nada sobre ellos.

Las dificultades que encuentran las ciencias sociales para cumplir con los requisitos de experimentación y verificación que les impone la visión positivista y neopositivista de la ciencia, hacen que estas disciplinas, dentro de la concepción causalista, no pasen de seudociencias.

Dentro de la corriente neopositivista, Popper (1902) realiza una crítica a la exigencia empirista y de verificación de esta corriente. Él señala que la ciencia, más que inductiva (que parte de lo particular a lo general), es deductiva (va de lo general a lo particular) y propone hipótesis para verificarlas en los casos particulares, pero, como no se pueden verificar todos los casos posibles, la hipótesis se tendrá por verdadera mientras no surja un hecho que la contradiga. El requisito de verificación es sustituido entonces por el de falsación, que consiste precisamente en que la niegue. Con lo anterior, la ciencia pierde su condición de saber verdadero e inmutable para convertirse en un conocimiento probable, conjetural y siempre perfeccionable.

Así como existe una postura que retoma al positivismo y lo adapta al contexto histórico actual, ¿pueden existir otras teorías que fundamenten sus principios en los antipositivistas?, si es así ¿qué características deberán mantener?.

1.3 CARACTERÍSTICAS DE LAS DIFERENTES CORRIENTESTEÓRICAS QUE EXPLICAN LOS PROBLEMAS SOCIALES

1.3.3 LA TEORÍA COMPRENSIVA
De la discusión sobre la factibilidad de construir una ciencia social distinta de las ciencias naturales, con una metodología propia surge una tercera posición sociológica, la teoría comprensiva.

Para Max Weber (el principal representante de la corriente comprensiva) el método experimental puede llegar a explicar fenómenos naturales, pero existen otros tipos de fenómenos que no se agotan con su explicación y que para completar su estudio hay que comprenderlos. ¿Cómo resolver dicha problemática?. Para lograrlo se requiere un método diferente al de las ciencias naturales. Este método es el llamadocomprensivo, de las ciencias de la cultura, a las que pertenecen las ciencias sociales.

Para Weber, la realidad no se puede conocer tal cual es, no se le puede conocer conceptualmente sino transformándola.

Cuando conocemos algo, no estamos ante una reproducción de la realidad sino frente a una simplificación de la misma.

Por tanto, el investigador sólo puede conocer la realidad en algunas de sus partes, de acuerdo con un punto de vista parcial, por lo que las explicaciones que se ofrezcan de ella, desde diferentes puntos de vista, y distintos enfoques, es legítima, aún cuando éstos sean opuestos.

Por otra parte, cualquier objeto de la realidad pasa por una constante transformación, por un constante devenir, con lo que se establece el principio de continuidad de todo lo real. Por eso, ni en la naturaleza ni en la sociedad encontraremos un ser idéntico, igual a otro; de ahí se establece el principio de heterogeneidad de todo lo real. Entonces, ¿cómo llegamos a la realidad?. Considerando lo anterior, para conocerla y conceptualizarla, la realidad requiere ser transformada y se deben hacer cortes en ella, para que los objetos que se estudian mantengan sus cualidades. Debemos aclarar también que la realidad es una y sólo se divide mentalmente para efectos científicos ante la imposibilidad de conocer la totalidad. Pero, ¿cómo se fracciona?.

Para segmentar la realidad se necesita que la ciencia emplee algún criterio o prejuicio que permita limitar el objeto de estudio. Si se atiende a las cualidades más generales y permanentes de los objetos con el fin de abarcar el mayor número de ellos, estaremos utilizando el criterio de las ciencias de la naturaleza, que pretende formar conceptos universales. Si por el contrario, atendemos a las características individuales eirrepetibles de los objetos estaremos utilizando el criterio de las ciencias sociales, que consiste en relacionar la realidad con los valores.

Podemos concluir que la selección del aspecto individual del objeto a estudiar supone un juicio de valor por parte del científico, por lo que la estimación valorativa se encuentra en la base de las ciencias de la sociedad o de la cultura. Esto no significa que el científico deba hacer juicios de valor al describir su objeto de estudio, sino que debe tomar en cuenta los valores que rigen , que se encuentran vigentes, para poder comprender el objeto de estudio, no sólo en sus causas sino en su significado.

Por ejemplo, para Weber el capitalismo es explicable en su origen y consolidación no únicamente en función del desarrollo de las fuerzas productivas durante la Revolución Industrial, sino que resulta comprensible además por los valores insertos en la ética del protestantismo (ahorro, trabajo, abstinencia).

Al considerar las causas como parte esencial de un problema se siguen priorizando algunos principios y elementos del método utilizado por los positivistas. Al retomarlos en la actualidad, ¿seguirán manteniendo las mismas características?, ¿se pueden crear otras teorías a partir de algunas divergencias?.

1.3 CARACTERÍSTICAS DE LAS DIFERENTES CORRIENTESTEÓRICAS QUE EXPLICAN LOS PROBLEMAS SOCIALES

1.3.2 EL MATERIALISMO HISTÓRICO-DIALÉCTICO
El materialismo histórico-dialéctico, también conocido como teoría materialista de la historia o marxismo, es una de las corrientes de las ciencias sociales que, al contrario del positivismo, ve el estudio de la sociedad como algo distinto del estudio de la naturaleza. Se considera una corriente revolucionaria porque no sólo pretende explicar la realidad social, sino que básicamente trata de transformarla. Para transformar la sociedad debe criticarla. No se puede quedar sólo con lo que se observa, como el positivismo, sino que debe atender a la realidad social que se está viviendo, comprender su presente para proyectar el futuro.

El marxismo es la corriente teórica que surge en el contexto histórico propiciado por la Revolución Industrial, que genera la gran desigualdad entre las clases sociales del siglo XIX. El marxismo se nutre de las teorías de los socialistas utópicos como Claude-Henri de Saint-Simon, Carlos Fourier y Roberto Owen, que propusieron diversas medidas para disminuir o erradicar la pobreza y la explotación a que se encontraban sometidas grandes masas de la población. También tiene relación intelectual con los economistas clásicos Adam Smith y David Ricardo, que estudiaron la teoría del valor, la división del trabajo y el origen de la riqueza.

Otra relación intelectual del marxismo la encontramos en la filosofía idealista alemana de Hegel y en la filosofía materialista de Feuerbach. Mientras el idealismo hace de la realidad una idea, el materialismo considera a la idea como reflejo de la realidad; el idealismo considera la realidad como concepto, como una abstracción. El materialismo atiende a la concreción de la realidad. El idealismo considera al hombre concreto, histórico, como una idea, como una abstracción que sólo existe en la conciencia. Para el materialismo el hombre en general no existe, no es real, sólo existe el hombre histórico. Marx y Engels, los fundadores de la teoría marxista toman de Hegel la dialéctica, de Feuerbach, la concreción de lo real.

La dialéctica concibe al universo en constante movimiento, en permanente cambio producido por las contradicciones internas. El conflicto, la antítesis entre ser y no ser producen el cambio constante. El marxismo hace uso de la dialéctica para explicar la sociedad y por ello atiende a los conflictos internos de la misma. Ve a la sociedad actual como producto del cambio generado por sus contradicciones. Por ejemplo: al desarrollarse el feudalismo surge la clase social que lo destruiría, la burguesía. El capitalismo, a su vez, creó al proletariado que, según Marx, destruirá a la burguesía.

El marxismo, en contraposición al positivismo, ve a la sociedad en su aspecto dinámico e histórico. Considera que toda teoría, que toda explicación de la sociedad, está marcada por el contexto social y económico en que se produce. Para el marxismo no existe neutralidad científica, pues desde la elección del objeto de estudio el investigador ya es parcial. La objetividad científica no consiste en acercarse al objeto de estudio sin presupuestos y sin juicios de valor, como afirma el positivismo, sino en hacer explícitos esos presupuestos y juicios.

Como ya se mencionó, el positivismo y el marxismo recuperan la discusión en torno de la ciencia, apegándose el positivismo a la concepción causalista o galileana y el marxismo a la concepción aristotélica o teleológica.

La posibilidad de comprender los fenómenos sociales se halla en la situación peculiar del hombre, pues él mismo es parte del mundo social, histórico, cultural y económico que pretende explicar, produciéndose una unidad entre el sujeto y el objeto de conocimiento.

1.3 CARACTERÍSTICAS DE LAS DIFERENTES CORRIENTESTEÓRICAS QUE EXPLICAN LOS PROBLEMAS SOCIALES

1.3.1 EL POSITIVISMO
El positivismo es la corriente teórica que va a ser ciencia social siguiendo el modelo de las ciencias naturales. Se caracteriza por dar una explicación causal de los hechos, el predominio del método experimental y el matiz predictivo del conocimiento con el fin de dominar la naturaleza. El positivismo aborda los fenómenos sociales bajo el enfoque de las Ciencias Naturales. Su fundador es Augusto Comte, quien fuera discípulo de Saint- Simon.

Comte afirma que la sociedad y el conocimiento han pasado por tres etapas, constituyendo cada etapa un estado más avanzado de progreso. La primera etapa es la teológica, en la que la explicación de la realidad se hace en forma mitológica y la atribuye a la divinidad. La siguiente es la etapa metafísica, en la que el hombre explica los fenómenos de manera especulativa, atribuyendo a las cosas, fuerzas, sustancias o potencias que las mueven; estas potencias y sustancias, en la medida en que no son objetos de nuestra sensibilidad, sólo pueden ser supuestas. La tercera etapa es la positiva o científica, en la que el conocimiento se construye sobre lo dado, sobre lo puesto y no sobre lo supuesto. El conocimiento tiene una base empírica y un método: el experimental. Para tener acceso al objeto de conocimiento debemos, según esta corriente, acercarnos al mismo con el menor número de supuestos acerca de él, de lo contrario corremos el riesgo de no ser objetivos en nuestra explicación del mismo.

Comte, como todos los positivistas que lo siguieron, no es un crítico de su sociedad: toma la sociedad de su tiempo, como lo que debe ser. La Sociología, ciencia de la que es fundador, a la que en un principio llamó Física Social, se ocupa de la sociedad en sus aspectos estático y dinámico. El aspecto estático de la sociedad lo constituye el orden, que debe existir para que se logre su dinámica, es decir, el progreso.
La corriente positivista expresa la visión de la realidad social de la clase burguesa que recientemente había asumido el poder político y económico, antes detentado por la nobleza, el clero y los señores feudales.

Por otro lado, las corrientes que englobamos bajo el término de antipositivistas consideran que el objeto de estudio de las ciencias naturales es particularmente diferente al de las ciencias sociales.La corriente antipositivista considera que los hechos sociales, en tanto que hechos humanos, tienen una interioridad que debe ser comprendida, más que explicada. Los actos humanos tienen una dimensión teleológica: son actos dirigidos hacia el logro de un fin. La elección de uno u otro fin depende de juicios valorativos, y no atender a los fines y valores que los determinan es dar una falsa explicación de los hechos. Si bien el método explicativo es adecuado a las ciencias de la naturaleza, es insuficiente para las ciencias de la sociedad, pues en razón de las particularidades de su objeto de estudio deben usar el método comprensivo. No basta que las ciencias sociales expliquen el cómo de los fenómenos que estudian, sino que es necesario que comprendan el por qué y para qué de los mismos.

Las corrientes teóricas y los enfoques que se utilicen producen diferentes explicaciones del objeto de conocimiento. Veamos el ejemplo de la pobreza. Para el positivismo se trata de un hecho natural, producto de las diversas capacidades de los individuos; para la teoría del materialismo histórico-dialéctico, como parte de las corrientes antipositivistas, la pobreza es consecuencia de la situación social concreta que permite la explotación del hombre por el hombre.

Hasta el momento ya podemos deducir la existencia de dos posturas, es decir, las dos caras de una moneda. ¿Estará solucionado el problema respecto a la elección de una metodología propia de las Ciencias Sociales?.