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Estructura Socioeconómica de México 2 – Sexto Semestre

2.2. PRIVATIZACIONES

¿Qué te sugiere el termino “privatización”? ¿A qué se le atribuye la venta de empresas paraestatales? ¿Con ello el Estado es más eficiente? ¿Por qué? En el siguiente apartado encontrarás las respuestas a estas interrogantes.

Recuerda que el gobierno mexicano ha aplicado un plan de austeridad para cambiar su papel en la economía y modificar las relaciones económicas de México con otros países. Por ello, al asumir la presidencia, Miguel de la Madrid Hurtado adquirió dos compromisos inmediatos:

  1. Negociar un acuerdo con los acreedores.
  2. Evitar que la inflación se convierta en hiperinflación.

Para cumplir lo anterior el Programa Inmediato de Reordenación Económica (PIRE), cuyas metas eran combatir la inflación, proteger el empleo y recuperar la taza de crecimiento sostenido. Los métodos, sin embargo, eran los de un programa típico de austeridad impuesto por el Fondo Monetario Internacional (FMI) Que se centraba en los siguientes puntos:

a) Reducción en los gastos de sector público.

b) Disminución de los subsidios federales.

c) Incremento de los precios de las mercancías producidas por el sector público.

De estas exigencias se derivan las políticas de reestructuración productiva y adelgazamiento estatal mediante la privatización de la empresa pública y la liberación de la economía. El gobierno pretendía reducir las ineficiencias, al transferir firmas del sector público al sector privado y, por medio del comercio y la liberalización, presionar para que este último se hiciera más eficiente y compitiera con los productores extranjeros. Con estas acciones, resulta más claro que las decisiones tomadas de los años ochenta en adelante, son en torno al desarrollo hacia fuera, el modelo de desarrollo hacia adentro había terminado, y las posibilidades del proyecto nacionalista, truncado.

La administración de Salinas de Gortari continuó las medidas adoptadas en el sexenio anterior, profundizando los cambios estructurales donde la privatización y la apertura comercial y económica han sido el punto clave de su estrategia y los principales del nuevo modelo de desarrollo. La parte sustancial del proceso de privatizaciones se ha dado en el sexenio de Salinas de Gortari (1988-1994).

No obstante la privatización de empresas del Estado tan importantes como Aeroméxico, Fundidora Monterrey, Mexicana de Aviación, Canales 13 y 7 de televisión, la Banca y Teléfonos de México, la parte vital del programa ha sido continuar la austeridad para el pueblo de México.

El Pacto de Solidaridad Económica (PSE) y el Programa de Estabilidad y Crecimiento Económico (PECE) continuaron la estrategia de Miguel De la Madrid, al sostener la tasas de salarios por debajo de la tasa de inflación existente y la anticipada, provocando de esa manera la caída de los salarios reales, aunque la iniciativa privada nacional sufrió con más severidad las consecuencias, ya que si los precios de mercado crecían sustancialmente, los costos de producción no tenían comparación.

Salinas de Gortari anticipó que su programa económico de estabilización requería de tiempo para restablecer el crecimiento, por lo que creó el Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol), el cual permitió congelar los precios y salarios de toda la economía, resultando eficaz para contener y controlar la inflación, objetivo fundamental del proyecto neoliberal.

La modernidad social dentro de la ideología neoliberal sustentada por el gobierno, representa la conformación de un nuevo orden económico, político y social caracterizado por el abandono del estatismo intervencionista y el peso de una organización social cuya cohesión y reproductividad estaría asegurada por el autoritarismo de los mercados en su libre juego de oferta y demanda.

Desde 1983 se ha generado una nueva relación entre mercados y regulación pública, consistente en la formación de un proceso productivo orientado al mercado mundial, a través de una economía más abierta, competitiva y eficiente en la que los empresarios privados asumen el papel de líderes en el desarrollo y con la participación directa del Estado en la producción. Todo lo cual ha llevado a una modificación sustancial de la estrategia del presupuesto público, ya que a partir de 1983 se inicio una política de contradicción del gasto y de la inversión pública, se incrementaron las exportaciones no tradicionales y se redujeron significativamente los aranceles, resultando una extraordinaria apertura económica para reducir la presión inflacionaria interna.

El proyecto de reorganización persigue tres objetivos fundamentales:

  1. Modernizar el aparato estatal y elevar la eficiencia de su intervención económica.
  2. Fortalecer la integración de la economía mexicana en la economía mundial, lo que implica la eliminación o atenuación del proteccionismo y un desarrollo en las exportaciones industriales.
  3. Conservar estándares más elevados de eficiencia capitalista. Con base en esto el Estado ha aplicado su programa de control salarial encaminado a rehabilitar la ganancia del capital.

En este sentido, el proceso de reprivatización iniciado en el sexenio anterior cobró enorme importancia en la administración salinista, ya que, de acuerdo con datos proporcionados por la Secretaria de Programación y Presupuesto (SPP), las empresas paraestatales que en 1982 eran 1 155 se habría reducido a 502 en 1987 y un año después de iniciado el sexenio salinista, a fines de 1989, su número descendió a 402.

La reestructuración de empresas del sector público se ha dado por diferentes rutas: 1. la venta, 2. la liquidación, 3. la transferencia a otros sectores, 4. la fusión entre una o más entidades, 5. la desincorporación de la administración paraestatal, 6. la extinción y 7. el cierre.

De estas vías, la venta o privatización ha tenido mayor importancia, y con ella se espera derivar recursos financieros en el sector bursátil y los recursos que se capten a través de la inversión extranjera. La venta de empresas públicas es el proceso mayoritario por el que se realiza la reestructuración.

La privatización y reprivatización de empresas estatales tuvieron como principal destinatario al sector privado nacional y representó más del 60% del total de los compradores.

La venta de empresas públicas se realiza de manera negociada. Luego de un fuerte cabildeo dentro del mismo sector público se determina cuáles y cómo se venderán, hasta llegar a subastas especiales entre los grandes inversionistas, pero no hay opciones entre los ahorradores e inversionistas pequeños y medianos.

Aunque la venta de empresas públicas tuvo como principal objetivo a los inversionistas nacionales, la participación porcentual de estos agentes dentro del total de compradores finalmente disminuyó. En marzo de 1989 más del 75% de los compradores eran inversionistas nacionales, y para diciembre de 1991 representó sólo un 67% del total. A su vez, la inversión extranjera no ha representado más del 6% del total de los compradores.

De las vías de privatización, la venta directa al capital privado local y/o transnacional se ha utilizado esencialmente en ramas más rentables: comunicaciones (correo, telégrafo, teléfonos, télex, etc.) y transportes (aéreos, terrestres, intraurbanos, marítimos, etc.). En esta vía, el Estado abandona cualquier intervención directa, manteniendo solamente la regulación de los servicios.

No sucede así entre la asociación capital estatal y privado por parte de las empresas prestadoras del servicio, o bien, en la concesión en administración o usufructo en arrendamiento de infraestructura, soportes o medios, ya que el Estado mantiene su potestad jurídica (carreteras, ferrocarriles, instalaciones portuarias, etc.) así como en la entrega de capital privado de las empresas periféricas o subcontratistas de las grandes empresas estatales (las petroleros por ejemplo).

Desde los primeros meses de la administración salinista se observaron los nuevos cambios en la participación de la iniciativa privada, aún sectores completamente relegados. Tal fue el caso de las comunicaciones y transportes, en donde al sector privado se le marginó por más de cuarenta años. En enero de 1989 se anunció una apertura total hacia el capital privado en la expansión, conservación y operación de la infraestructura carretera del país. Los efectos de la privatización en este terreno se han hecho evidentes: las carreteras México-Toluca, México-Acapulco y Monterrey-Nuevo Laredo, financiadas por capital privado son un ejemplo de lo que seguiría después. Dentro de este mismo sector de comunicaciones y transportes, el gobierno federal disolvió la paraestatal Astilleros Unidos. Al mismo tiempo puso a la venta las únicas filiales que le quedaban, las de Mazatlán y Guaymas; en enero de 1990 había pasado a manos privadas la de Veracruz, vendida al grupo noruego Socana, y en 1989 ya se había vendido la filial de Ensenada al grupo Sidie. Otro sector con importancia sujeto a la reprivatización fue el sistema bancario, que alcanzó un monto de los 20 949 745 millones de pesos, donde Banamex y Bancomer reportaron las mayores cantidades. 15

datos de: El Universal, 27-VIII-1991, PI, y del 29-X-1991. (Hasta el 3 de noviembre de 1991).

La venta más importante, por sus alcances económicos, fue la de Teléfonos de México, subastada en 1757 millones 600 mil dólares, esto es, el 20.4% de las acciones que otorgan el control administrativo de la empresa al grupo Carso encabezado por el empresario mexicano Carlos Slim, asociado con France Cable y Radio Southwestern Bell.

Posteriormente el gobierno colocó en los mercados internacionales títulos de Telmex que le reportaron 1791.5 millones de dólares más, aunados a los 375 millones de dólares producto de la venta de los mismos títulos “L” en el mercado nacional, dando un total de 3 923.5 millones de dólares correspondientes al 45.6%del capital total. De esta manera, ninguna otra empresa reprivatizada individualmente reportó al gobierno tanto capital como Telmex.

Las empresas adquiridas por los inversionistas privados han sido aquellas que fortalecen su producción y permiten contar con mayores márgenes de utilidad y competitividad en sus mercados; estas inversiones se han realizado directamente con capital externo, en ocasiones asociado con capital nacional.

El ejemplo más ilustrativo de monopolio u oligopolio, dentro de la estrategia de expansión del capital extranjero y nacional, lo proporciona la venta de acciones de Teléfonos de México al grupo Carso, asociado con la Southwestern Bell y con France Cable y Radio que, además de las acciones de Telmex, adquirieron las siguientes empresas: Construcciones Telefónicas, Construcciones y Canalizaciones, Canalizaciones Mexicanas, Anuncios en Directorios Telefónicos, Compañía de Teléfonos Bienes Raíces, Editorial Argos, Imprenta Nuevo Mundo, Fuerza y Clima, Impulsora Mexicana de Telecomunicaciones, Operadora Mercantil, Teleconstructora, Teléfonos del Noreste, Servicios y Supervisión y Alquiladora de Casas.

Con estas adquisiciones se garantizó el funcionamiento del núcleo técnico de esta actividad, así como el control de los eslabonamientos que genera su funcionamiento. Por consiguiente, el control monopólico se extiende a lo largo de todas las actividades relacionadas con la telefonía y dependientes de ella.

Gráfica 1. Empresas públicas reestructuradas* por tipo de proceso (diciembre de 1991).

En venta En liquidación Liquidadas Transferidas Vendidas Fusionadas Desincorporadas Extinguidas Desaparición Cierre 0 50 100 150 200 250 300 350

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imagen2 Porcentajes

Gráfica 2. Compradores de empresas publicas por tipo de capital.

100% 75% 50% 25% 0%

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Marzo Febrero Diciembre 1989 1990 1991

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Inv nacional

Inv extranjera

Inv. Seg. Social *

Capital mixto.

* De un total de 815 empresas reestructuradas y en proceso. *Incluye a la CTM, sindicatos y trabajadores de la propia Fuente: Comisión Intersecretarial de Gasto, empresa

Financiamiento y seguimiento en prensa Fuente: Seguimiento en prensa (La Jornada, Excélsior y El Informador

Por otra parte, el director de la unidad de desincorporación de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en octubre de 1991 anunció que el proceso de privatización concluiría en 1992 y el Estado sólo conservaría 250 empresas estratégicas, prioritarias y reguladoras.

La venta de empresas públicas no significa en sí un impulso a la inversión, ya que se trata de un simple traslado de propiedad de un dueño estatal a uno privado (nacional o extranjero) y casi la totalidad de empresas públicas vendidas han sido empresas revitalizadas, previo a su transacción comercial, financiera, administrativa y tecnológica, con lo que se constituyeron en entidades rentables y atractivas para inversión privada. Sólo un pequeño porcentaje de empresas públicas puestas a la venta no tiene estas características.

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I. Responde las siguientes preguntas:

  1. ¿Qué diferencia existe entre privatizar, liquidar y/o fusionar una empresa?
  2. ¿Consideras que las privatizaciones que ha realizado el Estado son benéficas para nuestro país?
  3. ¿Qué fin persigue el Estado al privatizar empresas?

2.1.1 ANTECEDENTES DEL LIBERALISMO SOCIAL

El liberalismo económico no aparece de la noche a la mañana, sino que va tejiendo sus fundamentos a lo largo de muchos años, manifestándose en el pensamiento de Hobbes, Hume y Mandeville, explicando la importancia de la libertad económica. El liberalismo económico es la esencia de la escuela clásica y del neoliberalismo actual

M. Rosas. 14

Debe reconocerse que el liberalismo económico es la doctrina del “dejar hacer, dejar pasar” y de la no participación del Estado en la economía, y que el siglo XIX reconoce su triunfo, con la idea de la mano invisible a partir de la cual la economía se autorregula, y la ley de mercado de Say, donde toda oferta crea su propia demanda. Sin embargo, la crisis del primer cuarto del siglo XX debilitó dichos postulados económicos dando lugar a la aplicación de la corriente keynesiana que logró corregir desajustes cíclicos y deficiencias del mercado, a partir de la idea de la intervención estatal.

Pero, aquellos postulados vigentes en la primera mitad del siglo XX, perdieron actualidad con la crisis económica de los años setenta, dando lugar a las políticas neoliberales. Éstas emprendieron una critica renovada a toda expresión de intervencionismo estatal en la economía, recalcando la eficiencia la economía del mercado como eje central para corregir la inflación y eliminar las barreras administrativas e insistiendo en que el “Estado benefactor” o “Estado asistencial”, además de su incapacidad para sacar adelante a las naciones de la crisis, constituyen un obstáculo para una sana economía.

El Neoliberalismo supone que la solución es reducir el aparato estatal, a través de la apertura de la economía y el regreso a los precios del mercado verdadero, ya no distorsionado por la intervención estatal, exigiendo a los gobiernos las siguientes características que pretenden devolverle la hegemonía rectora al mercado:

a) Reducción de gasto público

b) Privatización de empresas y ámbitos estatales

c) Políticas monetarias restrictivas

d) Reducciones salariales

14 Guía de autoestudio de Historia del pensamiento económico, pp. 45-50. “El Estado no debe intervenir en asuntos económicos” y “el interés personal es la fuente del desarrollo de la sociedad” apuntaba Hobbes (1588-1679). Mandeville (1670-1733) señalaba que “la prosperidad aumenta más por los gastos que por los ahorros”, además de coincidir en que la gente es importante en el logro del bienestar de la sociedad y la participación del gobierno como mero promotor. Hume (1711-1776) indicaba que la cantidad de dinero modifica las costumbres de las gentes, además, siempre tiene presente la idea de libertad. También los fisiócratas son precursores, a través de su lema “dejar hacer, dejar pasar” ( laissez-faire, laissez-passer).

Esta política se pone en práctica en el país desde inicios de los años ochenta.

El propósito de la austeridad que conlleva esta política no ha sido únicamente reducir los recursos financieros para pagar la deuda ni contener la inflación, sino lograr cambios estructurales para reorganizar la economía interna y alcanzar una nueva forma de inserción en el mercado mundial.

En los siguientes apartados analizaremos las principales medidas aplicadas en nuestro país, desde finales de la década de los ochenta, que han llevado a asumir el modelo neoliberal, bautizado en marzo de 1992 por el presidente en turno Carlos Salinas, como “liberalismo social”, ello, al conmemorar el LXIII aniversario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde el ejecutivo federal distinguió claramente, en relación con el pasado: las diferentes instancias de la nueva política y define el carácter del partido oficial y del gobierno; estatuye la jerarquía de una nueva ideología; propone un modelo alternativo al “Estado de bienestar” nacionalista, y anuncia al país un “nuevo” Estado.

En el Primer informe de Salinas, la convocatoria se dirigió hacia la reforma del Estado y, en esta ocasión, el gobierno definió el significado ideológico de un a serie de acciones con el nombre de “cambio estructural” o “modernización”. Se criticó de la manera más sutil el excesivo tamaño que adquirió el Estado, planteando la necesidad de regresar a las tareas básicas que le fueran asignadas y dejar de atender, administrar y canalizar recursos gubernamentales hacia actividades que no le correspondían. Que el Estado se retirara de alguna actividad económica privatizando industrias tenia su justificación en la promesa de que esos recursos liberados podrían atender alguna de las demandas más sentidas de la población.

En el Segundo Informe, planteó la necesidad de adecuar al país a los vertiginosos cambios que experimentaba el mundo: el fin de la guerra fría, el término de la bipolaridad, la globalización de los mercados, la interdependencia financiera, el recrudecimiento de la competencia y la revolución científica tecnológica que ha afectado la vida productiva y cotidiana. El planteamiento suponía la propuesta de avanzar en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y Canadá.

En el Tercer Informe se reiteró la voluntad de cambio a que se había comprometido el Estado. Varios fueron los anuncios que Salinas de Gortari hizo en esta ocasión: elevar un rango constitucional la Comisión de Derechos Humanos, modernizar las relaciones con la Iglesia y la educación y hacer productivo el campo. En síntesis, se quería dar validez institucional al proceso modernizador mexicano.

En el Cuarto Informe de gobierno se dio un giro sustantivo al anunciar el fin de los cambios y la entrada a un periodo de consolidación que debe darse en los más diversos ámbitos de la política, la cultura y la economía. Sólo en el aspecto referente a los procesos electorales, el presidente combinó acciones destinadas a su consolidación con nuevos intentos para perfeccionarlos e introducir cambios y entre otros se comprometió a avanzar en tres puntos de la reforma política:

  1. Hacer transparente el origen de financiamiento de los partidos.
  2. Poner topes a los costos de las campañas electorales.
  3. Trabajar en torno a los medios de comunicación y a los procedimientos que garantizaran imparcialidad en los procesos electorales.

Podemos decir que las transformaciones en México abarcan todos los aspectos de la vida, tanto económicos como sociales y políticos, pero en lo político el sistema de partido único y la falta de democracia sigue sin solución y sin cambios profundos, como se podrá constatar más adelante, aunque se haya modificado el artículo 82 de la Constitución, y aunque el PRI sea por primera vez la oposición, en el sexenio 2000 -2006.

PROPÓSITO

Al concluir este capítulo comprenderás las diversas acciones que el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) llevó a cabo para modernizar el aparato estatal y las características que estos cambios imprimen a las relaciones Estado-sociedad.

Para ello se revisará la política neoliberal de los últimos regímenes del siglo XX, perfilándose el XXI, así como el papel que en tal política se asigna al Estado en materia económica y en las diversas modificaciones que el gobierno salinista ha impulsado.

De esta forma conocerás cómo la política de modernización ha afectado diversos sectores de la sociedad y las demandas económicas y políticas que desde la misma se formulan al Estado.

AUTOEVALUACIÓN

  1. Después de ver a tu alrededor con mayor detenimiento, leer periódicos y revistas, ver televisión y videos, comprenderás los temas presentados en este capítulo. Esta es la intención de las Actividades de consolidación: reflexionar y obtener tus propias opiniones y explicaciones, y lo que es más importante, construir solidamente tus propios argumentos. ¡Esto es lo más importante, pues ampliar tu criterio y conocimientos te permitirán actuar con mayor seguridad y certeza en el “mundo” social que te ha tocado vivir, y por que no, también dar tu opinión dentro de la convivencia o relación en la sociedad civil!
  2. Se debe tener en cuanta que este fenómeno podría traer un trato preferencial respecto de otras naciones que no pertenecen al bloque económico y, por lo tanto, una mayor apertura en los mercados para sus productos.