1.1.1 VOLUMEN
Un gas se expande espontáneamente hasta llenar completamente el recipiente que lo contiene, por eso el volumen ocupado por un gas es la capacidad completa del recipiente. La unidad SI básica de volumen es el metro cúbico (m3). Una unidad conveniente para nuestros cálculos es el decímetro cúbico (dm3), el cual recibe el nombre de litro (L). Para volúmenes más pequeños se ocupa el centímetro cúbico (cm3), al que se le llama también mililitro (mL).
Una de las propiedades características de los gases es su carencia de forma y su expansión ilimitada debido a su estructura interna.
Sabemos que todos los gases se expanden indefinidamente hasta llenar el espacio dentro del cual están contenidos; por eso una determinada muestra de gas no tiene ni forma ni volumen definido. El estado gaseoso también se caracteriza por su alto grado de compresibilidad. Para producir una disminución mínima en el volumen de un líquido o un sólido se requiere aplicar una presión enorme, mientras que un gas fácilmente puede ser reducido a una pequeña fracción de su volumen original. También cuando dos o más gases se ponen en contacto se mezclan total y uniformemente en todas sus proporciones, y por eso cualquier mezcla de gases es homogénea1.
Tal vez hayas leído en una lata de aerosol el mensaje que aparece en su etiqueta “no se queme ni perfore el envase, ni se exponga al calor”.
Dentro de la lata hay un gas a alta presión, lo cual quiere decir que ejerce fuerza sobre cada cm3 de la superficie interna de la lata.
Te has preguntado ¿por qué nos indican que no la perforemos?, ¿qué puede pasar si la calentamos en el fuego al incinerar basura?