1.1 NUTRICIÓN
La nutrición se define como el proceso por el cual los seres vivos toman del medio las materias primas necesarias para efectuar su metabolismo, así como la distribución interna de las mismas a todas las células del cuerpo para que el organismo se alimente como un todo.
Los materiales que llegan a las células se utilizan para construir partes del cuerpo, por lo que crecen, reparan sus tejidos, sustituyen las células muertas por nuevas e intervienen en el desarrollo, reproducción y mantenimiento del cuerpo. Este proceso de síntesis requiere energía (anabolismo). Otros materiales al ser degradados liberan energía (catabolismo). Esta queda disponible tanto para los procesos de síntesis como para el movimiento y otras formas de trabajo.
Los nutrientes inorgánicos que todos los organismos toman del medio son el agua, las sales minerales, así como algunos gases del aire como el bióxido de carbono y el oxígeno.
En lo que a los nutrientes orgánicos se refiere los organismos son autótrofos o heterótrofos.
Los autótrofos elaboran nutrientes orgánicos a partir de los inorgánicos y una fuente de energía que puede ser química (quimiosintéticos) o luminosa (fotosintéticos).
Los heterótrofos, además de los suministros inorgánicos, requieren del consumo de carbono contenido en los nutrientes orgánicos, ya elaborados. Dentro de esta categoría hay tipos holozoicos, saprófitos y parásitos.
Los holozoicos se alimentan de trozos de material orgánico que ingieren, digieren y luego absorben. Comprenden de manera principal a los animales con sistemas digestivos.
Los saprófitos se alimentan de cualquier cosa no viva que contenga material orgánico como restos de cuerpos vegetales, animales o sus desechos. Descomponen la materia orgánica contenida en ellos para después absorberla. A este grupo pertenecen los hongos y algunas bacterias.
Los parásitos absorben el material orgánico directo de los tejidos de huéspedes vivos. Algunos hongos y lombrices intestinales (céstodos) corresponden a este grupo.