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Filosofía 2 – Sexto Semestre

1.2.2 Juan Calvino continuador de la Reforma

Pensador religioso nacido en Francia y cuya vida transcurrió de 1509 a 1564, puede ser considerado como el continuador de la Reforma protestante, impulsada inicialmente por Martín Lutero.

Hacia 1533 y 1534 renuncia a sus beneficios eclesiásticos y abandona el catolicismo para profesar las tesis de la Reforma protestante. En 1536 termina de escribir su obra principal que es Institución de religión cristiana, y se convierte en líder religioso que encabeza la Reforma protestante en contra del catolicismo. En 1559 funda en Ginebra una universidad que llega a convertirse en el centro intelectual de la Iglesia reformada. Y en su calidad de líder reformista eclesiástico y religioso, sus enseñanzas son escuchadas y respetadas por sus discípulos, como a las de un verdadero maestro.

Conforme a la doctrina de Calvino el éxito económico en la vida social del hombre, es un signo de aceptación que lo salva de la culpa y el castigo proveniente del pecado original. Tesis ésta que según Max Weber en su texto La ética protestante y el surgimiento del capitalismo, se encuentra en las bases mismas del surgimiento del capitalismo moderno.

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  1. Explica el papel que desempeñó la religión en este periodo y de qué manera se vio influida por la Filosofía de la época.
  2. Expón argumentos que expliquen ampliamente por qué el protestantismo fue aceptado con beneplácito en naciones sajonas y rechazado en las latinas.
  3. Explica que relación hay entre la obra de Martín Lutero y Juan Calvino.
  4. Explica cuales son los rasgos que identifican el llamado movimiento reformista del protestantismo, y del cual surgen las llamadas sectas protestantes.

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El siglo XVI fue tiempo de crisis, inestabilidad y angustia para el mundo europeo en general y el religioso en particular. Las prédicas que emanaban de la Iglesia no satisfacían el nuevo orden mundial y en torno de ésta se dieron tres posturas fundamentales: los que se revelan o protestan contra la Iglesia católica (Lutero y Calvino); los que pugnan por su modificación desde dentro (Erasmo de Rotterdam), y quienes reaccionan contra la rebeldía protestante (jesuitas).

Sin lugar a dudas uno de los pilares ideológicos que más influyó en esta época fue el religioso, con el cual se interpretaban de manera sumamente rígida, impositiva y unilateral, no sólo problemas de fe y salvación de almas, sino también asuntos de Estado, de organización militar, de tesorería y físico, así como ético, ontológico y epistemológico.

La Reforma impulsada por Martín Lutero y Juan Calvino, llega a ser un factor de gran importancia que fracturó el poder monolítico y absolutista que económica, política y socialmente llegó a detentar la Iglesia católica durante todo el medievo. Y merced a esta reforma, por una parte en el plano eclesiástico-religioso, se comenzó a romper o deconstruir el paradigma epistémico medieval que había prevalecido durante aproximadamente mil años. Y simultáneamente esa Iglesia reformada, representaba el inicio, en el plano eclesiástico-religioso, del nuevo paradigma de la modernidad, que comenzaba a construirse. La Reforma o Iglesia reformada iniciada por Lutero y continuada por Calvino, representaba a la nueva Iglesia requerida por la burguesía emergente del capitalismo moderno y en oposición a esa antigua Iglesia medieval estrechamente vinculada al régimen feudal económico-político-social de la Edad media.

En el plano eclesiástico-religioso la Reforma es como una punta que comienza a resquebrajar al paradigma epistémico medieval. De manera que en ese entonces, a través del movimiento, opositor, de la Contrareforma la Iglesia tradicional se aferra a ese pasado medievalesco. En tanto que la Iglesia reformada representa, en ese plano, a la nueva Iglesia, al protestantismo del capitalismo moderno.

Con la Reforma, en el fondo asistimos no a un movimiento religioso, sino a una pugna que ocurría en el seno de la Iglesia católica de corte medieval, y en plena época renacentista europea, por la disputa de ese poder que excesiva y corruptamente se había ejercido durante tantos siglos. De modo que la Iglesia tradicional era signo de oscurantismo y pasado, en tanto que el protestantismo burgués era signo de capitalismo moderno y progreso que veía hacia el futuro. Es decir que la Iglesia reformada significaba el inicio de la modernidad, dentro de ese complejo contexto histórico-cultural del Renacimiento.

1.2.1 La Reforma impulsada por Martín Lutero

La Reforma es un movimiento eclesiástico, religioso y en cierto sentido cultural, que surge al interior de la Iglesia católica, impulsado por Martín Lutero (1483-1546), quien hacia 1517 en Wittenberg hace públicas sus famosas 95 tesis, las cuales son una crítica a la Iglesia católica por sus excesos, abusos y el ambiente cortesano que privaba en Roma con Julio II.

Hacia 1519 se separa de la Iglesia romana, se declara en contra de la infalibilidad del Papa y los concilios. Y aunque su crítica a la Iglesia y su replanteamiento religioso en general, se basan en las Escrituras, en 1520 la bula Exsurge, Domini condena sus errores doctrinales y en 1521 es excomulgado.

No obstante, esta reforma impulsada por Martín Lutero, y continuada relativamente por Juan Calvino es decisiva para la comprensión de mundo moderno.

En el sentido que aquí manejamos la Reforma es un movimiento eclesiástico que a partir de la crítica de Martín Lutero expuesta en sus famosas tesis.

En Alemania, el fraile Martín Lutero expuso los abusos y excesos de la Iglesia, a la vez que negaba que el poder pontificio fuese divino. En consecuencia, la institución de la Iglesia, siendo terrenal y humana, no poseía la facultad de otorgar o negar la salvación del alma humana, puesto que ésta se conseguía por la fe en la existencia de Dios. Esta tesis justificaba su rechazo a la venta de indulgencias (perdón de las culpas cometidas a cambio de retribuciones económicas o de otra índole, tales como favores especiales a la Iglesia o con alguno de sus representantes), así como también para exigir la reforma de la Curia (gobierno de la Iglesia católica) al pedir la suspensión del celibato y algunas conductas monásticas.

Para el luteranismo, el único medio que puede proporcionar la verdad religiosa es la Biblia y su interpretación no depende del clero sino del estudio exclusivo e individual. La reforma que propuso Lutero para la Iglesia se contempla como un subjetivismo religioso: la Iglesia no debe erigirse como un dictador que legisle y juzgue con un principio dogmático; la conducta religiosa no debe pertenecer a la institución, sino al hombre mismo.

Como eco de las teorías luteranas, Juan Calvino lleva la reforma a Francia y Suiza y añade a la misma las siguientes propuestas y afirmaciones: eliminar el culto a los santos, imágenes, reliquias, etc.; Dios bendice económicamente a sus elegidos; toda ley proviene de Dios, pero al llegar a los hombres se ajusta a las circunstancias y condiciones terrenales.

Inicialmente en Europa, Lutero y Calvino plasmaron sus ideas en libros que difundieron sus pensamientos, gracias a la invención de la imprenta por Gutenberg, instrumento indispensable para la difusión de la cultura.

A pesar del estilo satírico con que Erasmo de Rotterdam representó a la Iglesia romana (Elogio a la locura), se le aceptó como divulgador de la Filosofía cristiana, y pregonó bajo el influjo renacentista una nueva Edad de Oro, con el objeto de conciliar extremos y evitar con ello la fragmentación que se vislumbraba en la Iglesia católica con el surgimiento del protestantismo.

Mientras tanto la reacción en contra de las tesis de Lutero y Calvino no se hizo esperar. En España el movimiento llamado “contrarreforma” convocó a la comunidad católica a un concilio en Trento, Italia, con la consigna de frenar el avance del protestantismo y proponer algunos ajustes en el interior de la Iglesia.

Con el mismo espíritu combativo los miembros de la Compañía de Jesús (jesuitas) se autoconsideraron soldados de Dios, y se distribuyeron por todo el confín en labores misioneras (logrando gran influencia en el continente americano).

No podemos olvidar mencionar al famoso y temido Tribunal de la Santa Inquisición, que también hizo campaña al respecto, pero con métodos mucho más drásticos.

1.1.CONTEXTO HISTÓRICO-CULTURAL

Seguramente tienes presente que la historia de la humanidad, por convención y para su mejor compresión, se ha dividido en cinco grandes periodos:

1.-Prehistoria 2.-Antigüedad 3.-Edad Media 4.-Edad Moderna 5.-Edad Contemporánea

La manera como las circunstancias se conjugan en torno a un acontecimiento determinan el que éste pueda explicarse como parte de un proceso mayor, y de tal trascendencia, que generalmente es motivo de cambios y transformaciones, ya no sólo en una sociedad o época en particular, sino incluso en la humanidad misma, se deriva el rumbo hasta ese momento trazado por el hombre.

Para entendernos como partícipes indispensables de un proceso, en necesario conocer aquellos hechos o sucesos que repercuten en la forma de vida, en las relaciones y vínculos sociales, al grado de modificar de forma sustancial un sistema económico y político, que por añadidura tenga influencia o predominio cultural sobre otra u otras sociedades.

Tal es el caso de la llamada cultura occidental (se le atribuye a los romanos el haber trazado una línea divisoria entre las dos partes de su imperio, Occidente y Oriente), que por múltiples circunstancias ha predominado sobre aquellas sociedades con las que ha coincidido, imponiendo su visión del mundo, sea por la fuerza (en la mayoría de las veces) o pacíficamente.

En la asignatura Filosofía I lograste percatarte cómo en la Grecia clásica (la cuna de la civilización occidental) se marcaba la división entre el griego -representante de la racionalidad- y el bárbaro o no griego y, por consecuencia, de dudosa humanidad. Más tarde será el europeo el que habrá de ocupar el “privilegiado” sitio del primero, portando el estandarte de la cultura universal.

Actualmente, Estados Unidos de Norteamérica se concibe como la nación legítima heredera de la cultura de Occidente, sabiendo de antemano que todo lo que en ella surge influye considerablemente en la actual forma de vida del resto del mundo.

Reconociendo que ninguna época histórica se sitúa en fechas exactas, con frecuencia se suele marcar el año 476 de la era cristiana, como el comienzo de la Edad Media, fecha en que fue destronado el último emperador romano. La culminación de la Edad Media se señala en 1473, cuando los turcos se apoderaron de Constantinopla, capital del imperio de Oriente. Estamos hablando de nueve siglos que significan para algunos (equivocadamente) una época estéril y oscura que separa al mundo clásico del mundo moderno. El Renacimiento, que habría de emerger de la Edad Media, rindiendo tributo a las épocas clásicas y de la tendencia a un conocimiento racional y científico, se constituyó como un movimiento literario, artístico y filosófico (que es lo que nos interesa desarrollar). Iniciado en Italia se propaga por Europa considerándose paradójicamente, por un lado, una oposición radicalmente contraria al medieval y, por otro, una natural continuidad del mismo.

En el Renacimiento habrán de surgir los cimientos de la ciencia moderna, cuyo propósito prioritario es detectar regularidades con base en experiencias sistemáticamente organizadas: dicho conocimiento puede provocar o evitar determinados efectos, es decir, controlar la naturaleza, uno de los más grandes anhelos del hombre en todos los tiempos.

Si en la Edad Media el sentido del mundo y de la vida (finalidad ultraterrena) eran motivo de preocupación e indagación vía la revelación y las sentencias de autoridades eclesiásticas, en el Renacimiento las preguntas respecto de la naturaleza eran contestadas por causas naturales (por observación y/o experimentación), restableciendo de manera aún más determinante la confrontación fe-razón para acceder al conocimiento.

En la Europa del siglo XV surgieron sociedades independientes con un fuerte sentimiento nacionalista, consolidándose a través de alianzas y matrimonios. En consecuencia, todo elemento ideológico o cultural considerado extraño se convertía en una verdadera amenaza a la identidad, lo cual conllevaba a su forzada expulsión. Tal fue el caso de árabes y judíos en España.

Mientras tanto, el mar se consideró la opción más viable para lograr mayores expansiones nacionales. Los portugueses llegaron a África y a las Indias (Vasco de Gama), y los españoles descubrieron (para ellos) América (Cristóbal Colón). Surgieron los grandes inventos como la brújula, que vino a robustecer y permitir el comercio marítimo, el cual se convertía en una fuente de inmensa riqueza.

La burguesía naciente compuesta fundamentalmente de banqueros y comerciantes, llegó a controlar ciudades enteras, erigiéndose como promotores absolutos del arte y la cultura de la época.

Y no obstante que el poder de la Iglesia estaba en franca decadencia, su fuerza variaba de país a país, teniendo como problema principal resolver la conciliación del orden espiritual con el mundo material. Se anticipa así el origen de la Reforma (Lutero y Calvino).

En fin, para el hombre renacentista el amor al mundo significó el interés por conocer la verdad de la naturaleza con la finalidad de ejercer absoluto dominio sobre ella.

Así, el planteamiento de nuevos problemas traía consigo nuevas soluciones: El hombre (el europeo, por supuesto) volvía a ser el centro del universo. Basándose en los acontecimientos, sucesos y hechos que ya no dependían de ninguna voluntad divina, podía estudiarlos a partir de la observación y la experimentación. Con ello sentó las bases de la ciencia, el humanismo y el origen de la modernidad.

Son múltiples y variados los factores que determinaron la crisis del medioevo. En el aspecto socio-económico, el Renacimiento se caracterizó por influir determinantemente en el paso del régimen feudal al capitalista.

Has de recordar que en el medievo la fuente de riqueza era la tierra, y quien la poseía tenía el poder (incluso los títulos nobiliarios se otorgaban en función de la cantidad de tierra que se poseía).

El Capitalismo como proceso de acumulación y originario de las riquezas (a través de los bancos, el comercio y la naciente industria), provocó la quiebra de los estratos sociales medievales, así como un sinnúmero de sublevaciones y levantamientos.

El conocimiento de la existencia de otro continente y la circunnavegación de África brindaron a la naciente burguesía un amplio mercado: desde las Indias y China, hasta las colonias americanas, contribuyendo a crear un nuevo mundo y a transformar la mentalidad de los hombres europeos, cuyas ideas se vieron reformuladas con nuevos planteamientos. Igualmente duro fue el golpe que se dio a la cultura y religión medievales, pues éstas se erigían como única explicación del orden universal.

La concepción geocéntrica aseveraba que el firmamento entero giraba alrededor de la Tierra. De igual manera era el hombre el centro de toda la creación ya que había sido creado a imagen y semejanza del creador. Sin embargo, será Copérnico el encargado de enterrar esta teoría al proponer la propia, la heliocéntrica, en la cual, la Tierra perdería su situación privilegiada, quedando arruinado el planteamiento griego (aristotélico) y medieval respecto del mundo. Contribuyeron a este entierro, el filósofo renacentista Giordano Bruno con la sentencia de la infinitud del Universo, Kepler y sus leyes cósmicas y Galileo con su método experimental.

Si los filósofos presocráticos descubrieron la naturaleza a partir de la idea de un cosmos (orden) o sistema gobernado por leyes, de igual manera los filósofos del Renacimiento encontraron la naturaleza ya no con base en una idea, sino en el empleo y desarrollo del cálculo matemático y el método científico, mediante los cuales pudieron percibir, entender y explicar las leyes que gobiernan los acontecimientos naturales.

Es precisamente en ese momento cuando a la ciencia se le da un lugar junto a la Filosofía, ampliando así el concepto de lo que hasta entonces se podía entender por conocimiento, lo que conllevaría a una ruptura epistémica en el mismo.

Se inicia con el Renacimiento una serie de cambios científicos, tecnológicos y filosóficos que a la postre terminaron por romper con el paradigma o visión medieval del hombre, la sociedad y la naturaleza, o sea el mundo del hombre del medievo.

A esa serie de cambios científicos, tecnológicos y filosóficos se les identifica generalmente como la revolución filosófica-científica, que hacia el pasado produjo la ruptura del paradigma epistémico medieval aristotélico-ptolemaico-tomista, y hacia el futuro propició el advenimiento de la modernidad

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  1. Explica algunos de los elementos o factores que propiciaron la descomposición de la Edad Media.
  2. Explica los postulados del Humanismo y su repercusión en el hombre renacentista.
  3. Qué importancia tuvieron y en qué consisten las tesis de: a) La Infinitud del Universo de Giordano Bruno. b) Las Leyes de Kepler. c) El Método Experimental de Galileo.
  4. Explica qué efectos produjo el Renacimiento con respecto al pasado medieval.
  5. Explica los efectos que hacia el futuro auspició el Renacimiento ya desde los siglos XV y XVI.

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El contexto histórico-cultural que englobó al pensamiento filosófico del Renacimiento, explicó y dio razón de los acontecimientos resultantes de la época.

En efecto, hemos visto que en el Renacimiento se dio un predominio de la razón sobre la fe. La primera adquirió una independencia en relación con el poder sobrenatural, declarándose a sí misma como instrumento exclusivamente humano y no como una manifestación cósmica o divina, con lo cual se alejó de meras especulaciones (contemplaciones sin fundamento) para restringirse o apegarse notoriamente a los hechos y cálculos matemáticos.

Durante la Edad Media, el estudio a la naturaleza no sólo fue desatendido sino prohibido (al asociarse a lo carnal, mundano y pecaminoso). En el Renacimiento esta concepción perderá vigencia para adquirir un nuevo significado que habrá de favorecer, en primer instancia, al florecimiento de las ciencias naturales, y en segunda, a las ansias de conocimiento intelectual, estético, afectivo, etc., del ser humano, estableciendo mejor que nunca un estrecho vínculo hombre-naturaleza al sustituir la añeja preocupación de lo ultramundano por lo tangible, proporcionando notorios avances y múltiples inventos, amén de los descubrimientos geográficos del momento.

En líneas anteriores habrás podido percibir el énfasis y la importancia que tenía la posición sustentada por la religión en el desarrollo del proceso renacentista en Europa, misma que se concibió como la causante del retraso del nacimiento de la ciencia moderna. Fue notoria la participación de una serie de pensadores -surgidos en el mismo seno de la Iglesia romana – en el derrocamiento de las ideas sustentadas por la religión imperante, destinadas a crisis por un movimiento iniciado en Alemania y que ganó adeptos en forma alarmante: la Reforma.

Por una parte la Reforma como movimiento eclesiástico de fuertes denotaciones religiosas y la llamada revolución filosófica-científica, son los dos principales rasgos que mejor identifican el contexto histórico-cultural del Renacimiento, y cuyo advenimiento dio origen a la ruptura del paradigma epistémico medieval. Por lo cual, a continuación nos ocupamos en primera de la Reforma, en segunda de la Revolución filosófica-científica, y en tercera de la llamada polémica entre el racionalismo y el empirismo, ya que ésta última queda finalmente incluida como parte constitutiva de la segunda. Para posteriormente terminar este capítulo, refiriéndonos a otros tres grandes problemas filosóficos del Renacimiento: las utopías, la justicia y el derecho de gentes, y la filosofía política.