1.3.3 Nicolás Copérnico y Galileo Galilei, como dos científicos importantes en la ruptura epistémica del paradigma medieval
A continuación veras cómo enfrentaron dicha situación algunos de los protagonistas de la llamada ruptura epistémica del paradigma Aristotélico-Ptolomeo-Tomista.
Nicolás Copérnico Algunos autores opinan que la principal contribución de Copérnico a su época estribó; no tanto en lo que aportó (ya mencionamos que no fue novedoso), sino
1 Copleston, F.: Historia de la Filosofía
en cuanto a que encarnó el nuevo espíritu científico y crítico del Renacimiento, pues se atrevió a romper decididamente con el pasado.
Copérnico, de nacionalidad polaca (otros lo consideran alemán), estudió Astronomía, Medicina y Derecho, además de haber pasado la mayor parte de su vida como canónigo. Sin embargo, su interés principal estuvo siempre en la Astronomía a la cual se dedicó por entero con vehemencia.
Buscó una explicación más racional que la que su época proporcionaba respecto al orden universal (sistema Aristotélico-Ptolomeo-Tomista), teoría que pudo plasmar en sus obras: Libro de las revoluciones de las esferas celestes y Breve comentario. Postuló un sistema de esferas que giraban alrededor del Sol en vez de la Tierra, en el cual introdujo la rotación de nuestro planeta y demostró detalladamente cómo su sistema podría explicar todas las observaciones astronómicas.
Al referirse al sistema heliocéntrico y a la distancia casi infinita entre una y otra estrella era necesario comprender que:
- La Tierra no es el centro del Universo.
- El Sol es el centro del Universo.
- La Tierra rota sobre su eje.
- La Tierra y los otros planetas giran alrededor del Sol.
- No todos los planetas se mueven alrededor de un mismo centro.
- La distancia entre los planetas es enorme.
Por supuesto que muchas de sus observaciones y aseveraciones fueron imprecisas (el Sol no es el centro del Universo, sino sólo del sistema al que pertenece nuestro planeta), esto lo sabemos actualmente. Sin embargo, con su planteamiento sembró la semilla en otros pensadores quienes, como Galileo, contestaron a múltiples preguntas que rebasaban la capacidad de respuesta que poseían Copérnico y sus contemporáneos: ¿Cómo es posible que la Tierra gire sin producir por ello fuertes corrientes de aire? ¿Cómo, por la misma razón, no se desvían los cuerpos en su caída?
Los efectos de la ahora llamada Revolución Copernicana no se dieron de forma inmediata, tardaron algún tiempo en evidenciarse en la conciencia de los pensadores más liberales de la época, en quienes provocó reacciones de entusiasmo.
Así por ejemplo, el italiano Giordano Bruno (1548-1600) con base en los preceptos copernicanos concibió al Universo como abierto e infinito, y aunque nunca hizo experimento ni observación alguna, defendió racionalmente las aseveraciones científicas, hecho que le ocasionó ser juzgado y condenado a morir en la hoguera por la Santa Inquisición. El danés Tycho Brahe (1546-1601) realizó un sinnúmero de observaciones, gracias a las cuales calculó con asombrosa exactitud la posición de las estrellas y planetas. Johannes Kepler (1571-1670) con sus famosas leyes pudo explicar la velocidad de los planetas al describir sus trayectorias en órbitas elípticas, y no circulares (idea de perfección para los griegos clásicos) como se afirmaba entonces.
Galileo Galilei Hemos dicho ya que Galileo Galilei no sólo estableció en definitiva el hecho de que la Tierra y otros planetas de un mismo sistema giran alrededor del Sol, sino que también dio pruebas concluyentes de ello (fue de los primeros que pudo observar la bóveda celeste a través de un catalejo o telescopio). A él se le conoce como el padre o diseñador del Método Experimental, mediante el cual aseguró un promisorio futuro para el conocimiento científico. Galileo observó que no era suficiente haber verificado a través de la observación telescópica las afirmaciones de Copérnico y sus adeptos, era necesario justificarlas y explicarlas para derrumbar las objeciones de una vez por todas, logrando lo que otros no habían podido: acceder a un conocimiento, por fin, exacto y confiable. Al formular una descripción matemática del movimiento de los cuerpos, puso a prueba todas las concepciones tenidas por válidas, sometiéndolas al filtro de su método. En efecto, Galileo encadenó sus argumentos y los conectó matemáticamente con los experimentos, los llevó hasta sus últimas consecuencias, y construyó, con ello, un reconocimiento inobjetable para la “nueva ciencia”.
1. Investiga y realiza un reporte respecto de las concepciones que se tenían del
Universo en: a) La mitología (en distintas culturas) b)La Filosofía antigua (en cualquier filósofo de la época) c) La Edad Media (en la religión judeo-cristiana)
2. Menciona las principales características del sistema geocéntrico.
- En un breve ensayo explica por qué el sistema heliocéntrico contribuyó a la ruptura epistémica de la época.
- Investiga algunos aspectos de la vida y obra de algunos estudiosos que bien podemos llamar “héroes de la ciencia” en la Edad media y el Renacimiento, así llamados por haber sido víctimas del poder y abuso de la Iglesia católica de aquellos tiempos.
La crisis medieval que propició y anunció en gran medida el surgimiento del Renacimiento, representa el derrumbe del geocentrismo. No sólo afectó el aspecto religioso (ruptura en el seno de la Iglesia romana) y científico (ruptura epistémica), sino que se extendió de manera notoria en el ámbito cultural en su más amplia expresión y en cada una de las facetas que lo contenían (política, económica, social y filosófica), adquiriendo una noción distinta del hombre con la naturaleza y la sociedad.
El espíritu crítico promovido y difundido por el humanismo en primera instancia, repercutió en los movimientos de la reforma religiosa, de reflexión en torno a la idea de hombre y la concepción de Universo muy distinta a la pregonada y defendida anteriormente; con ello se anunció el nacimiento de la nueva ciencia y de la modernidad. Los factores políticos, económicos y sociales que imperaban en Europa y que determinaron el surgimiento del régimen capitalista, se enfrentaron a serias críticas y reflexiones de los humanistas de la época, dudando en torno a que el sistema propuesto, no era -ni en mucho- el mejor de los mundos posibles para vivir. Ello originó una serie de propuestas con el fin de contrarrestar las condiciones infrahumanas a las que eran sometidas las clases trabajadoras. Propuestas que, por carecer de un sustento teóricamente sólido que las legitimara y, ante la imposibilidad de llevarlas a la práctica, fueron llamadas utopías.
La Revolución filosófica-científica y tecnológica, contribuyó en gran medida a la ruptura epistémica del paradigma medieval, y a la construcción o creación del paradigma de la modernidad. En ese fenómeno de deconstrucción de un viejo paradigma y construcción de uno nuevo, y más funcional, que estuviera acorde con los nuevos cambios en el contexto histórico-socio-cultural, contribuyeron toda una pléyade de filósofos, científicos y librepensadores, que en general bien pueden ser llamados héroes de la filosofía y de la ciencia o del conocimiento humano en general. Y de los cuales la vida y obras de Nicolás Copérnico y Galileo Galilei, son sólo una gran muestra.