3.3 ARTE

Aún cuando éste es un mundo de dificultades, el hombre fortalece su rostro y corazón al prepararse para realizar su destino, al encontrar placer en aquello que hace. Tal es el privilegio del artista:

“El verdadero artista todo lo saca de su corazón; obra con deleite, hace las

cosas con calma, con tiento, obra como tolteca, compone cosas, obra

hábilmente. Arregla las cosas, las hace atildadas, hace que ajusten”.

Informantes de Sahagún.

El artista es quien posee un “corazón endiosado” (yoltéotl) al ser un visionario, anhelante de comunicar las cosas divinas recibidas por inspiración. De esta manera, el arte, la educación y el conocimiento se basan en la inquisición personal, tlamatiliztli, pero también en la tradición histórica machiliztli. Como hemos visto, es de los toltecas que los pueblos nahuas reciben sus legados culturales. Tan es así que en náhuatl artista se designa “tolteca”.

Estos toltecas eran ciertamente sabios,

solían dialogar con su propio corazón.

Informantes de Sahagún.

El artista se acercaba a la divinidad, esforzándose por alcanzar lo más elevado de ella, la sabiduría. Los sacrificios y la abstinencia eran sólo un medio para llegar, pues lo más importante era la meditación dirigida a buscar el verdadero sentido del hombre y del mundo. Este es el logro de los toltecas –estirpe de sabios-, que difundieron el conocimiento entre las culturas americanas dando origen al conjunto de artes o ideales de la “toltecáyotl”.

“La toltecayótl era repetir en pequeño la acción que engendra y concibe, y esto se entiende que estaba sujeto a la destrucción. Por eso el verdadero ideal era la sabiduría”.25

Al igual que la Filosofía el arte tenía un sentido social: “pretendía ante todo humanizar el corazón de la gente”, “hacer sabios sus rostros”, es decir, ayudarles a descubrir su verdad.

El arte, lo más cercano al simbolismo divino, se manifiesta mediante objetos de uso diario: vestidos, adornos de oro y plata, utensilios de cerámica, e incluso en la edificación de casas y de las mismas ciudades. Así, lo nahuas trataban en lo posible de emular el orden divino, el orden universal.

25 León-Portilla, Los antiguos mexicanos, p. 151.

Los toltecas eran gente experimentada, todas sus obras eran buenas, todas rectas, todas bien hechas, todas admirables. Sus casas eran hermosas, sus casas con incrustaciones de mosaicos de turquesa, pulidas, cubiertas de estuco, maravillosas. Lo que se dice en una casa tolteca, muy bien hecha, obra en todos sus aspectos hermosa… Pintores, escultores y labradores de piedras, artistas de la pluma, alfareros, hilanderos, tejedores, profundamente experimentados en todo, descubrieron, se hicieron capaces de trabajar las piedras verdes, las turquesas. Conocían las turquesas, sus minas, encontraron las minas y el monte de la plata, del oro, del cobre, del estaño, del metal de la Luna…

Informantes de Sahagún

¿Recuerdas la melodía “Comala”? ¿Qué sentiste al escucharla? ¿Crees que a través del arte se pueden transmitir sentimientos? ¿Qué tipo de pensamientos transmitían los nahuas a través del arte?

Si terminaste la lectura del capítulo, lee con atención las siguientes reflexiones:

El interés que desierta el conocimiento de cualquier manifestación cultural, hace volver la mirada hacia los antiguos mexicanos –desde un mundo convulsionado como el actual-, ya que implica una posibilidad de salvación de lo “humano”.

La modernidad pone de manifiesto que la concepción, forjada desde el Renacimiento y sostenida hasta nuestros días, el hombre como hacedor de sí mismo y eje del mundo, paradójicamente, entrañaba una peligrosa deshumanización.

El hombre moderno fincó su desarrollo en la planificación económica y en el desarrollo industrial. Así, las utopías, incluido el socialismo “científico”, buscaron la esencia del hombre en la transformación de la naturaleza para alcanzar el beneficio de la comodidad. Sin embargo, el hombre económico dio como resultado el hombre atrapado en la tecnología, el hacedor de máquinas se volvió esclavo de ellas. Nunca a tal grado de desarrollo del conocimiento científico correspondió una ignorancia popular tan extrema.

Por lo cual el hombre se ha vuelto insaciable consumista. ¿Qué pedía el pueblo de los países comunistas? Libertad para elegir políticamente, pero, sobre todo, libertad de consumo. Y ¿qué consumimos los capitalistas?, drogas, pornografía, violencia, etc. Así el hombre actual, como un adolescente caprichoso, reniega de su pasado, de su tradición y costumbres, menosprecia a sus hermanos y hasta a Dios.

La Filosofía contemporánea trata de recuperar al hombre. Los filósofos europeos se preguntan por “el otro” que puede estar en Dios o en los demás hombres. Dejan en claro que el principal problema de nuestro tiempo es la soledad existencial del individuo, lo cual nos obliga a trabajar más para “superarnos”, es decir, ganar más; pero a su vez, nos aleja de la familia, casa y amigos. La tecnología nos “facilita” la vida, pero nos hace abotagados e insensibles, es decir, estamos llenos de cosas, sin embargo hemos perdido la capacidad de disfrutar, de extasiarnos. Si salimos al campo lo hacemos acompañados de nuestro ruido y basura. Por lo tanto a mayor tecnificación social nos volvemos individualmente más inútiles.

Habbermas, filósofo alemán de larga trayectoria filosófica, concluye que el hombre debe establecer una relación tal con la naturaleza que le permita comunicarse con ella. Esto mismo no sólo lo han sostenido los sabios indígenas de América, sino que lo han practicado siempre.

Por esto la sabiduría náhuatl es una respuesta a la problemática de lo humano y es parte de la reflexión filosófica universal, ya que la Filosofía no sólo pregunta, sino que da respuesta para guiar la actuación consciente de la humanidad.

Contesta las siguientes preguntas. Si tienes duda de palabras cuyo significado no entiendas consulta el diccionario, o a tu profesor o asesor.

  • ¿Consideras que la sociedad actual se ha deshumanizado? Argumenta tu respuesta.
  • ¿Qué alternativa propones para recuperar a la humanidad?

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