RECAPITULACIÓN
El propósito de este capítulo fue presentarte un panorama general de las características principales de la Química y su relación con la vida cotidiana.
De esa manera, se ha mostrado cómo esta ciencia se ha desarrollado a partir de la solución de problemas que se presentan en la cotidianeidad, como el descubrimiento del fuego, las formas de producirlo, el manejo de los metales, el uso farmacéutico de algunas sustancias naturales, la industrialización de productos y la posibilidad de contar con alimentos en buenas condiciones en cualquier época del año y lugar. En otras palabras, gracias a la Química nuestra vida es distinta a la de nuestros antepasados.
También hemos visto que para estudiar Química es necesario considerar sus características, esto es, adquirir su lenguaje, usar su método y realizar cuantificaciones y cálculos. No puede aprenderse de memoria, sino “haciéndola”, es decir, requiere de todos tus sentidos, tu curiosidad y de tu imaginación.
El aprendizaje del lenguaje químico te abrirá las puertas del mundo del comportamiento de la materia y de la explicación de los fenómenos. El método, como se mencionó, te posibilitará acercarte con procedimientos específicos a los conocimientos científicos, te proporcionará las herramientas para poder entender el problema, proponer soluciones y comprobarlas. Conocerlo te permitirá recrear, en ocasiones, el camino que siguieron los científicos para descubrir los conceptos, establecer leyes o explicar los fenómenos. La cuantificación tiene la función de precisar el conocimiento de los fenómenos, para que, con base en ello, se pueda predecir el comportamiento de la materia o, en su caso, saber cómo los científicos pueden hacerlo.