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Filosofía 2 – Sexto Semestre

1.2.2 EL FENÓMENO Y EL NOÚMENO

Kant plantea una Filosofía que no solamente lleve al aprendizaje de las filosofías, sino al acto mismo del filosofar. De ahí que la raíz misma del sistema kantiano se encuentre en la Crítica de la razón pura, obra que le llevó 12 años aproximadamente en madurar y que representa su trabajo filosófico más relevante. En éste, Kant considera que las condiciones de posibilidad de la Ciencia se fincan en las estructuras del conocimiento, teniendo como punto de partida las cosas y que define como los seres no conocidos.

Éstas estructuras poseen dos aspectos importantes en relación con el sujeto cognoscente: el fenómeno y el noúmeno. El fenómeno es lo que aparece de la cosa, ser-para-mí, esto es lo único captable por el sujeto; mientras que el noúmeno es el seren-sí de la cosa, lo cual no puede ser conocido por medio de los sentidos sino que se infiere a través de la razón.

Cuando te enfrentas a una cosa como podría ser el bolígrafo que utilizas, lo que puedes captar de él son sus características que percibes por medio de los sentidos –color, textura, figura, etc.-, lo que correspondería a los que Kant llama el fenómeno; pero lo que es en sí el bolígrafo sólo lo deduces mediante tu razón, como sería: el que es un instrumento que se utiliza para escribir con tinta y en última instancia, en que hay algo que soporta o subyace a las características que percibes por los sentidos, un ser (ente).

Estas consideraciones sugieren la pregunta: ¿qué es lo que se puede conocer?, Y lo que en cierto modo es el problema de los límites del conocimiento: ¿qué es lo que no puedo conocer?. Como se mencionó anteriormente, la respuesta kantiana es que el ser humano únicamente puede conocer el fenómeno pero no el noúmeno. Kant reconoce la influencia de Hume en su pensamiento diciendo que la Filosofía de este autor lo despertó de su sueño dogmático racionalista para ubicarlo en la experiencia.

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figura 4 Hume despertó de su sueño metafísico o dogmático En sus “Prolegómenos a toda metafísica futura” Kant declara “…confieso con franqueza que el empirismo de Hume interrumpió mi sueño dogmático y dio a mi investigación filosófica una orientación completamente distinta”

Por ello Kant sostuvo que el sujeto cognoscente es activo puesto que crea al objeto mediante sus estructuras de conocimiento, las cuales son a priori y están en el sujeto independientemente de su relación con las cosas, no son producto de conocimientos empíricos. Cuando el ser humano nace ya trae consigo una serie de estructuras que le permiten conocer las cosas, de tal manera que puede conocer cosas que los demás animales no son capaces de comprender. Estas estructuras se encuentran en el cerebro y sirven al sujeto para organizar los datos que percibe de las cosas, formando así los objetos que conoce.

1.4.1. Idea general de la polémica Racionalismo-Empirismo

Acordes con esos grandes cambios de la Revolución filosófica-científica y tecnológica desarrollada en los siglos XV, XVI y XVII, en el plano de la Filosofía en general y de la Gnoseología, Epistemología o Teoría del conocimiento en especial, se van a ir sucediendo una serie de discusiones respecto del problema del conocimiento. Es decir respecto del tradicional problema epistemológico de ¿Cuál es el origen y fundamento del conocimiento humano? Se irán vertiendo a lo largo de todos esos años, diversos puntos de vista. Los cuales en general, bien podemos agrupar en dos grandes vertientes o corrientes de pensamiento epistemológico, que serán las del Racionalismo y la del Empirismo. Diversos pensadores van a considerar, sin excluir a una u otra facultad humana, ya sea al entendimiento humano o la percepción sensible, que lo primordial es la razón, racionalistas, o que lo primordial es la experiencia sensible, los empiristas.

Esta llamada “polémica” o discusión extrema respecto del fundamento y origen mismo del conocimiento, se encuentra en la base y fundamento mismo de la Ciencia, la Filosofía y el paradigma de la época moderna.

Quizás lo más significativo de esta llamada “polémica”, radica en el hecho de que indirectamente vino a sustituir a la polémica medieval entre la Fe y la Razón. Discusión esta última que por lo general se inclina, en el período medieval, a pensar que la verdad por excelencia y la verdadera fuente del conocimiento, se encuentran en la Fe. Y aún más, que la verdad y la verdadera ciencia se encontraban el las sagradas escrituras. Pero esa vieja polémica entre la Fe y la Razón, ya desde el inicio del paradigma de la modernidad, como decimos, será sustituida por la nueva polémica entre la razón y la experiencia, desarrollada por diversos pensadores y estudiosos, de filiación racionalista y empirista, a lo largo de todo el siglo XVI y XVII, y aún más adelante.

2.2.1 Fray Alonso de la Veracruz

Nacido en Caspueñas, Toledo, España, estudió en la Universidad de Alcalá de Henares y en la de Salamanca con el nombre de Alonso Gutiérrez, fue discípulo de Francisco de Vitoria, gloria de la teología escolástica.

Siendo profesor de Filosofía en la Universidad de Salamanca, se traslada a la Nueva España invitado por miembros de la orden de los agustinos, donde es recibido el 2 de julio de 1536, cambiando su apellido por el nombre del lugar al que arriba: Veracruz.

Fray Alonso de la Veracruz después de su llegada a la Nueva España va a provincia u funda en Michoacán los monasterios de Cuitzeo, Yuriria, Guayangareo (después Valladolid, hoy Morelia), Cupandaro, Charo y Jacona. En Michoacán conoce y establece amistad con Vasco de Quiroga. Considerado el primer filósofo de América, el “Agustino Alonso de la Veracruz… llevó al nuevo mundo la Filosofía peripatética, imprimiendo en 1554 el primer tratado de Dialéctica, y en 1557 el primer tratado de Física, obras que le dan buen lugar entre los neoescolásticos del siglo XVI, modificados en método y estilo por la influencia del Renacimiento.

La obra filosófica de Alonso de la Veracruz consiste en cuatro libros: Recognito summularum, Dialéctica resolutio, Physica speculatio y Speciclum coniugiorum. La temática desarrollada por fray Alonso va desde la Lógica hasta el cuestionamiento de la legitimidad de la conquista de América.

En su obra filosófica encontramos reflexiones sobre la dialéctica magna de Aristóteles. “La Recognitio Summularum. Obra que junto a la Dialéctica Resolutio constituyen la publicación lógica del autor”. las doctrinas escogidas corresponden de manera general a los tratados escolásticos sobre las “consecuencias“, proposiciones “hipotéticas“, y propiedades de los términos (suposición, etc.), temas que incluyen aspectos importantes

54 Trabulse, Elías: El círculo roto (letras Mexicanas.) FCE, 1981, P. 26.

de la Lógica proporcional y predicativa. También fray Alonso de la Veracruz trata la problemática sobre la Filosofía natural, el intelecto y la inmortalidad del alma.

Alonso de la Veracruz tiene también una importante obra de carácter jurídico, contenida fundamentalmente en el “De decimis” y en la “Relecto de dominio infidelium et iusto bello”. En el primero trata sobre el problema del diezmo, y si es lícito o no cargar aún más a los indios con esta exigencia de la iglesia. Con esto se erige como defensor de los indios. En el segundo, “De dominio infidelium…” el autor entra de lleno en la controversia indiana y conquista la gloria de haber sido entre nosotros, en México y en el continente americano, el primer catedrático de derecho de gentes, a más de serlo, con igual y absoluta prioridad, de Filosofía y Sagrada Escritura en la incipiente Universidad de México. Los temas tratados en esta obra son, entre otros, los principios del derecho agrario, el drama de la encomienda, el dominio de los indígenas, etcétera.

Finalmente hablaremos de cómo fray Alonso de la Veracruz refutó las justificaciones ilegítimas de la conquista. En su obra De dominio se pregunta: ¿pudo el emperador o el rey de Castilla haber declarado a estos bárbaros una guerra justa? “Al contrario de otros miembros de la escuela española –Francisco de Vitoria entre ellos- que solían hablar de conquista”, el maestro De la Veracruz prefirió hablar simplemente de la acción hostil, la cual… no tenía por qué traducirse necesariamente en una subyugación permanente, sobre todo si ha dejado de existir la causa que dio origen a la empresa bélica.55

Para reafirmar la posición de Alonso de la Veracruz exponemos aquí algunos de los cuestionamientos desarrollados en su escrito “De dominio infidelium…” ¿Pueden, los que poseen pueblos en el Nuevo Mundo sin título, percibir tributos justamente o, por el contrario, están obligados a restituirlos y dejar libres a los nativos? ¿Es lícito exigir a los indios tantos tributos cuantos sean capaces de entregar? ¿Pueden estar los españoles moralmente tranquilos de los campos adquiridos de los indios a cualquier precio? ¿Existe alguna causa que justifique la guerra contra los habitantes de este Nuevo Mundo? Fray Alonso de la Veracruz muere en México en julio de 1584.

1.2.3 LAS FORMAS A PRIORI DE LA SENSIBILIDAD

Las cosas (objetos) ofrecen una serie de datos que son captados por los sentidos y organizados por las estructuras de la sensibilidad, iniciándose la construcción del objeto de conocimiento en el interior de la persona. Dichas estructuras a priori de la sensibilidad son el espacio y el tiempo. Esta consideración revolucionó los conceptos de espacio y tiempo, que en la Filosofía tradicional se consideraban como categorías pertenecientes a los seres físicos, manera independiente a la captación del sujeto. Así, de la idea de espacio como propiedad de las cosas, se llega a la concepción del espacio como una categoría a priori de la sensibilidad perteneciente al sujeto cognoscente.

Igualmente ocurre con la idea de tiempo que era considerada como una propiedad de los entes en cuanto duración en la existencia, para entenderse como una forma a priori de la sensibilidad por la que se organizan los datos del fenómeno para ser estructurado como objeto conocido. Cuando conoces una cosa percibes los datos a través de los sentidos, pero tú eres quien la ubica dentro de un espacio y un tiempo gracias a las formas a priori que posees, registrándola en tu memoria, de tal manera que cuando la recuerdas, tiene el mismo aspecto espacio-temporal de cuando la conociste, por ejemplo, si intentas recordar a tu maestra de historia de la secundaria, la imagen que tienes de ella correspondería a la ocasión en que la viste por última vez e inclusive recordarás el lugar y la situación de tu encuentro con ella.

Kant decía que el sujeto es quien establece el espacio y el tiempo, lo cual hace que estas categorías sean formas subjetivas de percibir el mundo. Algo diferente afirmaba Aristóteles, pues para él el espacio es algo que tiene la cosa que conoces, de tal manera que el espacio se suele a aquí entender como el lugar que ocupa o la extensión que tiene.