2.1 LENGUAJE CIENTÍFICO
Los textos científicos estructuran de cierta forma su lenguaje. Para comprenderlos es necesario que entiendas lo que lees, con el conocimiento del significado de las palabras y de la estructura del texto.
En otro momento has tenido la oportunidad de poner en práctica algunas estrategias de lectura mediante las cuales has conocido los elementos estructurales del texto. Aun cuando para la comprensión de la lectura podríamos considerar que ya tienes suficientes elementos, para lograr la comprensión del lenguaje científico o técnico es necesario entender que una palabra por sí misma tiene un significado, que puede variar o enriquecer al encontrarse en diferente uso (contexto).
Para comprender el texto será necesario, entonces, que tomes en cuenta que el uso de las palabras también marca su significado. Así, por ejemplo, tenemos la palabra cronómetro, que está integrada por dos partes crono = tiempo, metro = medida; esto implica que la palabra tiene un significado lingüístico (semántico), que se relaciona con la medida del tiempo. Pero para utilizar esta palabra o para comprender su significado en un determinado texto, es necesario saber que existe…
“medida del tiempo” (semántico).
a) Significado lingüístico
“objeto mecánico que se utiliza (campo de conocimiento)
b) Significado conceptual
para medir el tiempo”.
c) Significado contextual(real o metafórico) “Manuel es un cronómetro” (es decir, es muy puntual).
¿Te has encontrado con esta situación cuando buscas el significado de una palabra?. ¿Cómo defines la palabra caloría en un texto de Química y en uno de Nutrición?. ¿Por qué interpretarías en forma diferente la palabra planta en un libro de Botánica, uno de Ingeniería y uno de Anatomía?.
Esta situación te llevará a reflexionar en los diferentes aspectos que debes considerar al realizar una lectura.
- En qué disciplina me ubico.
- Qué tipo de lenguaje técnico utiliza.
- Qué sentido doy o atribuyo a ciertas palabras.
Esto te llevará a precisar aún más el uso del lenguaje, comprendiéndolo a partir de:
- Sentido morfo –semántico. Que puedes deducir a partir del conocimiento de la estructura de la palabra.
- Sentido conceptual. Define la idea o concepto que, el autor o una ciencia, tiene de la palabra (unida a las significación lingüística).
- Sentido contextual. Dado por el uso de la palabra y sus relaciones, así como la situación en que aparece mencionada.
Existen palabras que se usan con frecuencia en una materia, que tienen un significado determinado en ese momento y que podrías encontrar en otra disciplina (otro contexto) con un significado diferente; por ejemplo, la palabra dilatado tiene un significado en el lenguaje común y otro en la Física. Esto te obliga a pensar en el campo semántico de una palabra según su significación y uso, situación que no debes olvidar cuando estés frente a un texto científico determinado; ello te conducirá hacia conceptos o ideas claras respecto del tema que se trate.
Así pues, el campo semántico se refiere a la posesión que tiene una palabra de “semas”
o unidades mínimas de significación. De este modo, la palabra materia tiene primeramente el sema que hace referencia a algo sólido, tangible. A partir de este sema, se forman los distintos significados que se dan a la palabra:
MATERIA
− Algo que ocupa un lugar en el espacio.
− Forma de concretar algo.
− Área de conocimiento.
− Lo que tiene forma.
El lenguaje científico, por su origen, uso o función, tiene características particulares. En él las palabras adquieren significados específicos según el área del conocimiento en que se usan, su significación lingüística y su relación contextual.
El lenguaje científico se caracteriza principalmente porque:
- Trata de reflejar la realidad.
- Es objetivo; remite a cosas o situaciones concretas.
- Es claro y preciso.
- Tiene un significado propio.
- Su uso remite a conceptos propios de una determinada disciplina.
Debemos destacar que la precisión del lenguaje científico es indispensable para que el autor transmita adecuadamente su mensaje y el lector lo capte con la mayor fidelidad posible.
Para abordar la información de un texto científico es necesario aplicar estrategias para la comprensión de la lectura. Por esto será necesario que recuerdes algunos aspectos de la formación y estructuración de palabras, los cuales son elementos esenciales de la comprensión y expresión del pensamiento. El conocer el significado de las palabras en su contexto te llevará a la identificación de ideas y a la determinación de significados precisos. El conocimiento de su estructura, por otro lado, te llevará al enriquecimiento de tu léxico o vocabulario y al uso adecuado del lenguaje científico en tus estudios.
Para poder comprender un texto, debes determinar en la primera lectura el tipo de lenguaje que está utilizando el autor; si te resulta fácil o difícil de entender cuáles son las palabras importantes y las desconocidas, las palabras de uso común o las de uso específico.
Un texto resulta más fácil de entender cuando localizamos las palabras importantes que el autor de alguna manera ha destacado, éstas son clave en la exposición de las ideas.
Las palabras clave son las que te proporcionan una pista sobre el contenido, pueden destacarse por el tipo de letra, por el subrayado, por estar escritas en cursiva, por estar entre comillas, por ser negritas, etc.
Estas palabras podemos distinguirlas a partir de dos situaciones particulares:
a) Por su uso común (lenguaje cotidiano).
b) Por su uso específico (lenguaje técnico).
Regularmente, puedes identificar las palabras más importantes de un escrito porque:
− Se repiten constantemente.
− Se trata de un neologismo o un tecnicismo.
− El autor las distingue por su uso.
Para poder comprender un texto con más facilidad es necesario que sepas qué tipo de información contiene (si es un texto de carácter científico, literario o periodístico), ya que con ello podrás comprender mejor el vocabulario utilizado por el autor y cuáles son las palabras importantes; es indispensable también descubrir el significado de las palabras desconocidas y ubicar las de uso específico.
Las palabras de uso particular o específico que encontramos en libros expositivos o científicos tienen como finalidad precisar en lo posible las ideas del autor; éstas dan también claridad a las ideas, las precisan, evitando confusiones o ambigüedades que pudieran surgir del uso familiar o corriente. De ahí que existen diccionarios especializados en los que se explica la terminología que señala el uso preciso, claro, específico o particular dentro del lenguaje científico o técnico.
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