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Economía 2 – Sexto Semestre

1.3.1 ANTECEDENTES

¿Por qué ha cobrado tanta fuerza la teoría en cuestión? Los principales antecedentes de esta teoría los encontramos en los fisiócratas y en la economía política clásica de Smith y Ricardo, durante el siglo XVIII. A ello agreguemos el significado del laissez-faire, laissez-passer (deja hacer, dejar pasar), idea central del liberalismo económico, el cual desaprobaba la participación creciente del Estado en la economía. Así, dentro de este contexto, la Ley del Mercado de Say fue el sustento teórico superado por Keynes en la segunda década del siglo XX.

Teoría Neoclásica

Se identifica a Alfred Marshall como el principal exponente de la Teoría Neoclásica, considera como un instrumento de análisis para estudiar los desequilibrios, y eventualmente los equilibrios. Para Marshall, el dinero es el centro en torno al cual gira la ciencia económica.

Asimismo, Marshall adoptó medidas que hicieron sobrevivir a la Teoría Clásica, conciliando las viejas con las nuevas teorías, surgiendo así la Teoría Neoclásica. En las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial surgió una versión diferente, identificada como “síntesis neoclásica”, que a su vez trató de reconciliar la macroeconomía keynesiana con la microeconomía ortodoxa; por supuesto, no es en esta síntesis donde se puede ubicar a Friedman, pero keynes decía que:

El sistema existente ha fracasado en determinar no la dirección, sino el volumen del empleo actual…el resultado de llenar las brechas de la Teoría Clásica no es descartar el sistema manchesteriano (economía de mercado), sino indicar la clase de medio ambiente que requiere el libre juego de las fuerzas para aprovechar las potencialidades plenas de la producción.22

Teoría Cuantitativa

Para entender con claridad la Teoría Cuantitativa, deben revisar con detenimiento las aportaciones clásicas y neoclásicas. Así, Say (clásico) dice que la demanda de bienes es igual a la oferta de bienes; aseveración que los teóricos cuantitativos encuentran muy interesante en la formulación de su teoría. Por otra parte, John Stuart Mill (algunos le consideran clásico y otros no) decía, en 1844:

22 Keynes, J. M.: Teoría general de la ocupación, el interés y eldinero. FCE,México, 1984, p. 379.

Aunque el vendedor sólo vende en realidad para comprar, no comprar en el momento mismo en que vende, de modo que no aumenta necesariamente la demanda inmediata de un bien cuando aumenta la oferta de otro bien. En virtud de que la compra y la venta están separados puede ocurrir que haya, en un momento dado, una inclinación muy general y vender con la menor demora posible, acompañada de una inclinación igualmente general a diferir todas las compras durante el mayor tiempo posible.23 (Observa la inclinación de estos pensadores por las cantidades y el tiempo en que se efectúan las transacciones).

Podrían citarse muchos ejemplos más para identificar las ideas que retoman los teóricos cuantitativos como Wicksell, y observa que, mientras los autores clásicos subrayaron los efectos de los precios sobre la oferta monetaria a través del comercio exterior, los autores neoclásicos destacaron por su análisis del efecto sobre la creación del dinero por parte del sistema bancario.24

De manera general, en la Teoría Cuantitativa anterior a Keynes, el ingreso real no supone para todos los casos el nivel de empleo pleno, ni la velocidad constante, ni la oferta monetaria exógena. Si revisamos con mayor detenimiento el carácter exógeno de la oferta monetaria, esta variante del monetarismo se asocia con la Teoría Cuantitativa, donde el aumento de precios depende de la cantidad de dinero, es decir, M V = P Q, donde:

M = cantidad de dinero. P = nivel de precios.

V = velocidad de circulación. Q = producto.

Por lo tanto, la inflación sólo puede controlarse a través de la oferta monetaria, cuya tasa de crecimiento se accionará como una ‘palanca’. Sin embargo, la solución no está en el hecho de reducir la fabricación de monedas. Observa la relación entre la tasa de crecimiento de la oferta monetaria con la tasa de inflación:

Tasa de inflación (%)

(%)Tasa de crecimiento de la oferta monetaria
Figura 4.
23 Harris, L.: op. cit., p. 123. 24 Ídem, p. 142.

Pero, Wicksell, respecto a la relación entre la demanda de bienes y servicios y los precios, y el saldo de efectivo, señala que si “permanece constantemente el acervo de dinero” mientras aumentan los precios, los saldos en efectivo tienden a disminuir, lo cual obliga a disminuir la demanda de los consumidores y la oferta del empresario, y en consecuencia, una disminución de los precios. En el ejemplo citado ha dejado de lado el sistema bancario, aunque en ese sentido llegó a radicar su mayor aportación. Ahora bien, él reconoce que cuando un país incrementa de pronto de acervo –el descubrimiento de minas de oro-, casi de inmediato incrementa sus importaciones, creciendo enormemente su demanda de bienes y servicios, elevando los precios internos como consecuencia, es decir, se trata de un “mecanismo directo”, en cambio, el mecanismo indirecto se refiere al efecto de un aumento de la oferta monetaria sobre las tasas de interés, la oferta de depósitos bancarios (o préstamos) y la demanda de bienes.25

La Teoría Cuantitativa es de importancia histórica, pues las aportaciones de Wicksell corresponden al siglo presente. No obstante, su análisis sería cuestionado en la época en la que impera la teoría de Keynes, ya que hacia los años sesenta mostraba una renovada vitalidad, pero a la luz de las ideas de Milton Friedman. Keynes, en 1923, decía que la Teoría Cuantitativa era “fundamental… no está sujeta a debate. Sin embargo, con frecuencia se cita y se representa erróneamente… la exposición sigue las líneas generales del profesor Pigou… y del Dr. Marshall, más que el análisis del profesor Irving Fisher, más familiar”.

Por su parte, Milton Friedman, en su Marco teórico para el análisis monetario, señala:

Hemos aceptado la suposición de la teoría Cuantitativa… de que cualquier cambio en la cantidad de dinero, como tal, a la larga tiene un efecto mínimo sobre el ingreso real, de modo que las fuerzas no monetarias son “todo lo que importa” en relación con los cambios del ingreso real durante décadas y el dinero ‘no importa’… Para mí, la descripción de nuestra posición como que “el dinero es lo único que importa en relación con los cambios en el ingreso nominal y en relación con los cambios a corto plazo en el ingreso real”, es una exageración, pero que da el sabor correcto a nuestras conclusiones.

Además, continua Friedman, la moderna Teoría Cuantitativa “no especifica nada acerca de la división de un cambio en el ingreso nominal entre precios y rendimiento”. De tal suerte, la Teoría Monetarista de Friedman parece ser una aguda crítica a las aportaciones de algunos keynesianos alejados de la teoría de Keynes, en tanto que la Teoría Monetaria de Keynes explica por qué y cómo los empresarios hace frente a su nómina y a otras obligaciones contractuales. De esta manera, par Friedman:

La Teoría Cuantitativa es en primera instancia una teoría de la demanda de dinero. No es una teoría de la producción, ni del ingreso monetario, ni del nivel de precios. Toda aseveración acerca de estas variables requiere la combinación de la Teoría Cuantitativa con algunas especificaciones acerca de las condiciones de la oferta de dinero y quizá también acerca de otras variables.

25 Ídem, p. 148.

… ha sido predominante la influencia que va del dinero a la actividad económica, pero también se han observado claramente las influencias en el otro sentido, sobre todo durante los movimientos a más corto plazo asociado del ciclo económico. Cuando examinamos las ideas de los teóricos cuantitativos sobre la oferta de dinero, observamos de nuevo una semejanza entre lo antiguo y lo nuevo. Friedman y sus seguidores concluyen que la actividad económica influye a corto plazo sobre la oferta de dinero, mientras que las tendencias de la oferta monetaria a largo plazo se determinan en forma exógena.26

Teoría Keynesiana

La Teoría Monetarista y la Teoría Keynesiana se han convertido en dos grandes rivales ideológicas, aparentando estar en los extremos opuestos para la interpretación de la problemática económica. Se dice que la propuesta keynesiana sirve de base para la crítica de los monetaristas, pues a partir de ella se desarrolla toda su teoría. Keynes ha sido identificado como el que revolucionó el pensamiento económico, y los monetaristas -principalmente Friedman-, con la contrarrevolución.

1.1.5 PLAN NACIONAL DE DESARROLLO

Al asumir la presidencia se debe presentar un proyecto económico que determine los instrumentos de la política económica para lograr los objetivos fijados. En el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) este proyecto se llamó Plan Nacional de Desarrollo, que plantea los siguientes aspectos:

  • Defensa de la soberanía y la promoción de los intereses de México en el mundo.
  • Ampliación de la vida democrática.
  • Recuperación económica con estabilidad de precios.
    • Mejoramiento productivo del nivel de vida de la población.
    • Para lograr lo anterior se estableció, por un lado, la modernización y la necesidad de una reforma del Estado, puesto que se venía presentando como un Estado propietario e ineficaz, y la existencia de una planta industrial interna sobreprotegida y poco competitiva, que el Estado promovería en lugar de dedicarse a hacer y fomentar en lugar de sustituir, enmarcado en una visión neoliberal a través de “pactos”, cuyos objetivos fundamentales son:
  • Abatimiento de la inflación.
  • Saneamiento de la finanzas públicas.
  • Menor intervención del Estado.
  • Mayor apertura al exterior.

Entre los aspectos fundamentales al inicio del gobierno de Salinas de Gortari destaca la reducción de la deuda externa, lo cual se logró al condonar los acreedores parte del principal en un 41% de los 48 500 millones de dólares adeudados a la banca comercial y la reducción de la tasa de interés a una tasa fija del 6.25 % con la obligación de pagar puntualmente, con el aval del Fondo Monetario Internacional, el cual comprometió al gobierno mexicano a una férrea disciplina en el gasto programado. Para ello se constituyeron dos fondos: uno a través de bonos del Tesoro estadounidense, para pagar intereses por 18 meses, y el segundo mediante bonos cupón cero a 30 años para el pago del principal; sin embargo, se emitieron también swaps para cambiar deuda pública por capital, presentándose una disminución de la carga de la deuda externa; aunado a ello el Estado obtuvo importantes ingresos por la venta empresas paraestatales, que generó un superávit en las finanzas públicas y creó expectativas económicas optimistas.

No obstante, para superávit se amplió el proceso privatizador subastando la infraestructura y servicios públicos, de tal forma que el Estado, al no tener más empresas que vender, se vio comprometido cada vez más con el saneamiento de las finanzas públicas. Esto obligó al Estado a continuar con su política fiscal contraccionista implantando la llamada miscelánea fiscal para reducir la evasión fiscal. Sin embargo, esto causó una reducción en el consumo reflejado desde 1991, por la disminución de las ventas en el mercado automotriz y en el sector comercio, entre otros; por ejemplo la rama de material y equipo electrónico reflejó, en 1993, una caída en las ventas cercana al 17%7, que se debió a la apertura de la frontera a mercancías y servicios extranjeros; por lo tanto, los empresarios tuvieron que reducir su nivel de producción o cerrar sus empresas (miles de micro, pequeñas y medianas industrias), creándose un desempleo del 3.4%, aproximadamente, en el primer bimestre de 1993 y un incremento del subempleo que se reflejó en el incremento del comercio ambulante y del índice delictivo.

Como se observa, al realizar un proceso privatizado al Estado pretendía lograr mayor competitividad y democratización del capital para establecer un equilibrio de precios internos con los precios internacionales para abatir la inflación; sin embargo, se propició un déficit comercial y una mayor concentración del ingreso.

Otro elemento para abatir la inflación fue la reducción de las tasas de interés a partir de la reprivatización de la banca en 1990, a un 34%, y la determinación de que la banca dejara de financiar al gobierno a fin de utilizar tasas de interés competitivas con el exterior. Con estas medidas los bancos estuvieron en posibilidad de competir y sanear sus finanzas, puesto que se presentó una lucha por los espacios en las Casas de Bolsa. Sobre todo por la inversión que realizaran en la modernización de sus servicios, entre ellos los cajeros automáticos y otros nuevos instrumentos de captación, como el realizar operaciones para financiar empresas de nueva creación y apoyar la producción de las empresas ya existentes, lo cual les permitió concentrar y centralizar el capital, constituyéndose una vinculación como el capital financiero y productivo.

Desde 1991 se redujo la tasa de interés por la entrada de capital y el incremento de la reserva internacional que llegó a una cifra récord de 20 mil millones de dólares, permitiendo un deslizamiento de 20 centavos diarios. Estos factores, entre otros, permitieron reducir el nivel inflacionario, lo cual se ha logrado por lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo, de llegar a un dígito y que en julio de 1993 fue de 9.7 por ciento.

Ante la incertidumbre del Tratado del Libre Comercio (TLC) y como consecuencia de las políticas económicas anteriores se presentó una tendencia recesiva desde 1992 hasta los primeros meses de 1993, es decir, que si el abatimiento de la inflación, la contracción

7 La Jornada. 21 de enero de 1994, p. 59.

salarial, la apertura comercial y la venta de empresas paraestatales han dejado ver ciertos beneficios económicos, por otro lado se ha constituido otro problema que es la desaceleración en las actividades económicas, ya que las ventas de las empresas han disminuido desde 1992.

Lo anterior se debe, en primer lugar, a los créditos tan caros (por altas tasas de interés a pasivos), y en segundo lugar a la entrada de mercancías del extranjero que tienen gran competitividad con las mercancías mexicanas, en cuanto a su precio, y la reducción de la demanda interna por la disminución en el nivel de vida y los bajos salarios. Ello está reflejado en un desequilibrio de la balanza comercial, que hasta el primer semestre de 1993 era de 1728 millones de dólares, promedio mensual, frente a un déficit en cuenta corriente de 21 millones de dólares, es decir, que la apretura comercial incrementó las importaciones y, por lo tanto, contrajo las exportaciones, manifestando este desequilibrio externo; la única opción para compensarlo es la entrada de capital extranjero.

Este problema económico puede advertirse en el crecimiento del PIB, registrado en 1990, 1991 y 1992, que fue de 4.4, 3.6 y del 2.6%, respectivamente. En el primer trimestre de 1993 se tuvo un incremento del 2.3% con respecto al primer trimestre del año anterior, lo cual no corresponde a la meta establecida para 1993, que era de entre el

2.5 y 3 por ciento.

El panorama que se presentó en la economía mexicana fue incertidumbre, de graves problemas que afectaban cada vez más y en mayor grado a la población mexicana, como el desempleo, subempleo, pérdida del poder adquisitivo para lograr una inflación de un dígito, y a pesar de la ampliación de la política social mediante el Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol), se incrementaron los niveles de pobreza.

Sin embargo, los grupos empresariales y el Estado mostraban una actitud optimista ante la entrada en vigor del TLC, con el cual se preveía una recuperación paulatina; asimismo se aplicaron políticas económicas de corte neoliberal, para insertar a México en la globalización.

1. Desarrolla por escrito los diferentes problemas económicos que se han dado desde 1982. El siguiente cuadro te ayudará a ello.

Política económica de México

Política económicaGobierno anteriorGobierno actual
Objetivos
Características de los impuestos y el comportamiento del crédito
Comportamiento de las tasas de interés
Crecimiento del producto interno bruto
Niveles de inflación
Comportamiento de la balanza comercial
Devaluación del peso mexicano

AUTOEVALUACIÓN

Para que tus respuestas sean válidas, deberás considerar lo siguiente:

  1. Para este problema debiste tomar en cuenta todos los rubros que constituyen ingresos y los que se refieren a gastos, recuerda que dentro de tus gastos corrientes se incluyen: sueldos y salarios, compra de materias primas, impuestos directos e indirectos, entre otros.
  2. a) Debiste considerar que en el sistema de cinco cuentas no se da una desagregación de las transacciones económicas que realizan los sujetos económicos, y en la de nueve cuentas sí se da esa desagregación.

b) Recuerda que el impulso impuesto incrementa el precio de los bienes y servicios, por lo tanto, disminuye tu poder de compra.

 

1.3.2 LOS MONETARISTAS

¿Qué opinión tienes de los monetaristas?, ¿quiénes son?, ¿cuál es su propósito?, ¿en qué han beneficiado al mundo? Después de meditar sobre estas cuestiones y darles respuestas, continua tu lectura.

Los sistemas económicos se encuentran en constante cambio, es decir, son dinámicos, por lo cual, la viejas teorías dejan de dar solución a la problemática de los nuevos tiempos. Por ejemplo, la teoría de Keynes, que tantas aportaciones hizo para analizar, interpretar y dar soluciones a los desequilibrios de su época como sobreproducción, desempleo, etc., es severamente cuestionada en la actualidad. Lo mismo sucedió con la teoría ortodoxa clásica, cuyas conclusiones estaban muy lejos de la realidad de los años treinta. Mas no hay que olvidad que tanto la teoría de Keynes como la ortodoxa y cualquier otra, son cuestionadas generalmente en su propia época en su momento de aplicación.

Veamos en qué consiste la Teoría Monetarista:

  • En la economía de fines del siglo XX, las teorías Monetaristas y Neokeynesiana, se presentan como las dos grandes alternativas en la toma de decisiones en el mundo.
  • Milton Friedman es el economista representativo del monetarismo.
  • Si con Keynes se habla de la revolución de la ciencia económica (“que provocó el colapso del paradigma clásico”),27 con Milton Friedman y el monetarismo, se identifica una contrarrevolución o retorno a la ortodoxia clásica.
  • La Teoría Monetarista posee un sentido ideológico tal, que no sólo se trata del retorno a la Teoría Clásica y de laissez-faire, sino de la aplicación de políticas que deliberadamente generan empleo o desempleo, inflación o deflación.
  • En este último punto se observa una aparente contradicción, ya que por un lado se pretende la autoadaptación de la economía, y por otro, el Estado, que junto con la política económica monetarista se convierte en un mero instrumento de esta teoría que se aplica cada vez más, no sólo en los países altamente industrializados sino también en los subdesarrollados.

26 Ídem, pp. 171-173. 27 Villareal: op. cit., p. 14.

De estos cinco puntos y de las diferencias sustantivas entre el monetarismo y la Teoría Neokeynesiana, podría decirse que se han encontrado una solución a corto plazo para la economía mundial, pero cada una interpreta las situaciones prevalecientes a su manera.

Axel Leijonhufvud, de la Universidad de California, señala en su artículo: “Fallas de la demanda efectiva”, publicada en Swedish Economic Journal of Economics (vol. 75, marzo de 1973, pp. 27-48):

Mi preocupación principal, durante los últimos años, han sido algunos problemas teóricos enclavados en la literatura keynesiana, que considero (por supuesto) importantes, no resueltos y difíciles. Las ramificaciones de dichos problemas son tales, que algunos de nosotros todavía no podemos esperar tratarlos todos, efectiva y satisfactoriamente. Para poder acoger a otros en este trabajo, uno tiene que convencerlo de que los problemas en cuestión no han sido satisfactoriamente resueltos y reclamar su atención de lo relativo a otros asuntos de actualidad en la moda profesional. Para hacer tal cosa en este caso, creo, y he creído siempre, se requiere una revisión de la moda reciente de la macrodoctrina.

1. Elabora un resumen de los cinco aspectos de la Teoría Monetarista.______________

Expectativas

Generalmente se espera que aumenten los salarios reales y no sólo los nominales: probablemente hay alguna relación entre inflación y desempleo, y se cree que al disminuir o aumentar la inflación aumentará el desempleo. Quizá te has atrevido a pensar lo que sucederá dentro de un mes, un año o veinte en tu país, y tal vez hagas uso de datos estadísticos y/o de tu intuición para resolver la problemática existente en México y en el mundo. La curva de Phillips y las “expectativas” ayudarán a resolver éstas y otras interrogantes.

Curva de Phillips

Se conoce como curva de Phillips a la relación existente entre tasa de inflación y tasa de desempleo. Esta curva fue denominada de esta manera desde que el economista británico A. W. Phillips observó que “los datos para Gran Bretaña de 1861-1957 se ajustaban a una curva similar”28 a la mostrada a continuación.29

En este lapso, si hay mayor demanda agregada hay más producto nacional real y disminución en la tasa de desempleo

Tasa de desempleo

En sus inicios, la curva de Phillips presentaba, en el eje vertical, la tasa de cambio de los salarios monetarios, actualmente representa la tasa de inflación.

Decimos que hay esta estanflación cuando una economía padece altas tasas de desempleo e inflación. En los años sesenta éste fue un padecimiento que vivió Estados Unidos, situación que alcanzó aun en los setenta. En relación con lo anterior veamos lo que opinan los autores:

Los resultados de una investigación sobre la relación entre el desempleo y el ritmo de crecimiento de los salarios, vino a cimentar el concepto keynesiano de no-neutralidad de la política económica. (Laso.)30

La época de la economía keynesiana ha determinado; la revolución macroeconómica de la gestión monetaria y fiscal que debemos a Keynes ha sido desbordada por la

28 Harcourt, B. J.: Principios de economía: macroeconomía. Sitesa, México, 1990, p. 332. 29 Ídem, p. 331. 30 Laso, op. cit., p. 94.

revolución macroeconómica en el poder de los sindicatos y de las grandes sociedades anónimas. (John Kenneth Galbraith)31

Podría afirmarse que entre 1946, al término de la Segunda Guerra Mundial, y hasta 1980, las orientaciones en términos de política económica no fueron del todo keynesianas, sino neoclásicas apologéticas. La curva es una representación gráfica de lo que sucede con el desempleo (estancamiento económico) y su relación con la inflación, ya que muestra las decisiones sobre libertad o participación del Estado en una economía. La curva de Phillips ha desarrollando un papel primordial a la hora de discutir las políticas macroeconómicas. Desde su publicación en 1953, esta figura representa una típica curva de Phillips que muestra cómo las altas tasas de inflación vienen acompañadas por bajas tasas de desempleo.

Tasa de inflación

Curva de Phillips

0

Tasa de desempleo

Figura 6.

La curva sugiere que puede lograrse un menor desempleo produciendo más inflación y que la tasa de inflación siempre podrá reducirse con la condición de generar más desempleo. En otras palabras, la curva indica que existe sustitución o intercambio entre inflación y paro, o que hay una relación inversa entre tasa de desempleo y tasa de cambio de salarios monetarios. No obstante, se mantiene una sustitución entre la inflación y el desempleo, que es bastante más complicada de lo que pudiera pensarse a primera vista. Esta curva es a corto plazo; sin embargo, no permanece estable, ya que varía en la medida en que cambian las expectativas de inflación. A largo plazo, el índice de desempleo es básicamente independiente de la tasa de inflación.

Estas situaciones a corto y largo plazo, entre la inflación y el desempleo, constituye, como es evidente, una preocupación principal para la elaboración de las políticas, y son los determinantes básicos del éxito potencial de la política de estabilización.32

Así, en esta relación entre la tasa natural de desempleo y la inflación en el enfoque monetarista, es conveniente recurrir al análisis de la curva de Phillips, que constituye el enfoque moderno del mercado de trabajo para las economías avanzadas.33

Pero veamos las diferencias que existen entre el corto y el largo plazo, y que esto implica diferencias sustanciales entre keynesianos y monetaristas, y más aún, entre los monetaristas. Por un lado, los monetaristas piensan que en el largo plazo la curva de Phillips es perfectamente vertical –aunque algunos de ellos, digamos los

31 Harcourt, op. cit., p. 335. 32 Ridiger Dornbush, Stanley y Fisher: Macroeconomía.Mc. Graw-Hill, pp. 14-15. 33 Villarreal, R.: op. cit., p. 92.

ultramonetaristas, piensan que esto sucede aun a corto plazo-, pero ¿a qué se debe esta verticalidad de la curva de Phillips? Debido a la tasa natural de desempleo,34 que le es característico al sistema de economía de mercado y que, en consecuencia, no se ve afectada por el nivel de demanda agregada; las expectativas de inflación que hacen los monetaristas, así como los supuestos sobre ajustes de precios y salarios, tanto en el mercado de bienes y servicios como en el de trabajo, son una explicación de la verticalidad de la curva.

Por otra parte, los neokeynesianos aceptan que, tanto en el corto como en el largo plazo, la curva conserva su pendiente negativa, es decir, a menor desempleo mayor inflación. De esta suerte: La curva de Phillips fue el blanco favorito en un nuevo asalto contra las posiciones keynesianas en materia de política económica. Otra vez fue Milton quien lo inició, apuntando su crítica a la característica que como ya habíamos mencionado, era la más importante respecto al problema de la efectividad de la política económica para controlar el empleo: la supuesta estabilidad de la curva en el largo plazo.35

Expectativas adaptivas

El análisis económico de las tasas de interés, de los mercados laborales, y de política económica ha adoptado una nueva perspectiva a la que se ha denominado Escuela de las Expectativas Racionales. Ahora bien, ¿cómo se formulan las expectativas?

Un enfoque conocido como expectativas adaptativas, afirma que las expectativas sobre los acontecimientos futuros se basan en la experiencia previa y crean la necesidad de una tasa de inflación acelerada para mantener el desempleo por debajo de su tasa natural.

Un segundo enfoque, el de las expectativas racionales, afirma que las expectativas se basan tanto en la experiencia previa como en las proyecciones de los acontecimientos futuros.36

Al respecto René Villarreal opina:

Para formular las expectativas futuras el individuo toma en cuenta su experiencia y la divergencia encontrada entre los valores esperados y los observados de la variable en cuestión.

Cuando se supone que las expectativas son adaptativas se argumenta que en el corto plazo la autoridad monetaria puede aumentar el nivel de demanda agregada y reducir el empleo a costa de una mayor inflación, pero a la vez aumentará las expectativas de inflación desplazando la curva de Phillips hacia arriba.37

34 Tasa natural de desempleo es la tasa de equilibrio que existe cuando la gente se ha ajustado por completo a la tasa inflación

vigente. (Harcout, p. 341.). Para Friedman, la tasa natural depende de las características estructurales de los mercados de

bienes, incluyendo las imperfecciones del mercado, la variabilidad aleatoria de demanda y oferta, el costo de la información

sobre vacantes y ofertas de empleo, los costos de movilidad; (Villarreal, p. 92). Íbid. 35 Laso: op. cit., p. 96. 36 Harcourt: op cit., p. 278. 37 Villarreal: op.cit.: pp. 93-94.

Se habla de expectativas cuando la gente se adapta a la inflación que realmente tiene. Si la gente se ajusta a la tasa de inflación existente del 4%, la curva de Phillips se desplazará hasta CP 4%. Si las autoridades quieren mantener el desempleo en una baja tasa D0, pueden aumentar la demanda agregada otra vez, lo suficiente como para trasladar la economía de J a K, del mismo modo como ocurrió en el movimiento previo de H a J.

“Si las expectativas de la inflación son adaptables, dependerán de la inflación observada actualmente”.

Sin embargo, ésta no es forzosamente la respuesta correcta. Cuando la economía está en J, la gente no espera necesariamente que se mantenga la tasa de inflación actual del 4%. La razón es que ya se les hay confundido dos veces: esperaban una inflación nula, y en cambio, padecieron una inflación del 2% en H. Después esperaron una inflación del 2%, y se volvieron a equivocar, pues la inflación subió hasta el 4% y la economía se desplazó hasta J. Una vez que la gente se imagina el fuerte compromiso que tienen las autoridades para mantener baja la tasa de desempleo, pueden prever nuevas políticas inflacionarias en el futuro, e intuir que la futura inflación será peor que la vigente. Por consiguiente, en J esperarán que la inflación futura sea más elevada que el 4% existente en la actualidad.

Por ejemplo, cuando la economía está en J y la gente tiene la oportunidad de renegociar sus contratos, hará que la curva de Phillips, a corto plazo, no se desplace simplemente hacia arriba desde CP2% a CP4% (siendo esta última la curva basada en la actual tasa de inflación), sino por el contrario, que salte de golpe hasta CP6%. Ahora se presentan dos posibilidades:

a) Las autoridades siguen decididas a mantener el desempleo en el pequeño porcentaje Dr, y para conseguirlo aumentan la demanda agregada a un ritmo cada vez más rápido. La economía se desplaza de J a L, flecha 1, saltando por encima de K. la tasa de inflación ha pasado del 4% en J, directamente al 8% en L. El público ha sido engañado una vez más: esperaban una inflación del 6%, pero recibieron un 8%.

b) La segunda posibilidad que les queda a las autoridades en el punto J es reconocer el peligro de una inflación galopante y actuar en consecuencia para que la demanda agregada no crezca de una manera rápida. Si la aumentan sólo lo preciso para ajustarse al 6% de inflación que espera la gente, auque no lo suficiente para mantener el desempleo bajo en D0, la economía se moverá desde J hasta M, flecha 2. En M, la tasa de inflación es al menos estable; existe en equilibrio: el público esperaba el 6% de inflación, y eso es lo que efectivamente, se produce.

En resumen:

  1. Si el público espera que la inflación futura exceda la inflación actual, la espiral de precios y salarios puede dispararse.
  2. Si el público prevé acertadamente la inflación futura, la tasa de desempleo volverá a su tasa natural o de equilibrio (flecha 2 de la figura 8).

Nuevas medidas para tratar de eliminar la inflación.

Las autoridades eliminan la inflación mediante una política de demanda agregada restrictiva, comenzando en el punto de equilibrio M (figura 8.) La inflación estimada es la misma que la vigente tasa del 6%; la economía no sólo está situada sobre la curva de Phillips a largo plazo, sino también a corto plazo, Cp6%. Cuando autoridades controlan la demanda agregada en su lucha contra la inflación, la economía se mueve a lo largo de CP6%, desde M hasta V y la inflación baja del 6% al 4%. Si la gente espera que la inflación actual continúe, los próximos contratos se negociarán de acuerdo con una inflación esperada del 4% y, por lo tanto, la CP a corto plazo descenderá hasta CP4%. Si las autoridades adoptan medidas rigurosas para mantener la tasa de desempleo en Dr, sustancialmente mayor que la tasa natural, la economía se moverá hasta W en el próximo período y, entonces, según un proceso similar, hasta X. Por consiguiente, la inflación sería reducida, aunque muy lentamente. La tasa de desempleo sería muy elevada y la inflación bajaría sólo en 2% en cada período.

Sin embargo, el proceso no ha de ser necesariamente tan lento si la gente descubre lo que sucede y reconoce que las autoridades reducen la inflación a pesar del costo que representa el enorme desempleo generado. La gente podría intuir que la futura inflación no sería la misma que la actual, sino que será menor. En el momento en que suscriban contratos basados en esta presunción, la curva de Phillips descenderá rápidamente; por ejemplo, las autoridades están comprometidas con una política antiinflacionaria cuando la economía se halla situada en V, y estarán dispuestos a firma contratos, no con base en la suposición de que la inflación mantendrá la actual tasa del 4%, sino en una tasa menor, de digamos un 2%. Por lo tanto, cuando se renegocien los contratos en V, la curva de Phillips a corta plazo se moverá hacia abajo para llegar hasta CP2%.

Las autoridades tiene en este caso la posibilidad de reducir rápidamente la inflación, desde V hasta X (saltando por encima de W), como quedan reflejando en la flecha 3 (figura 8). Por otra parte, suavizar sus fuertes medidas causando un movimiento descendente, reflejado en la flecha 4 (figura 8), devolviendo la economía a su tasa natural de desempleo en R, es decir, la capacidad de la gente para intuir lo que sucede posibilitaría bajar la tasa de inflación con más celeridad. En resumen, la existencia de largos y costosos períodos con elevadas tasas de desempleo no tienen por qué darse cuando intentamos reducir la inflación.38

Expectativas racionales

El que la gente puede prever las políticas, han sido una idea formulada y desarrollada por los teóricos de las expectativas racionales, que creen que la gente realiza las mejores previsiones posibles con la inflación que disponen a su alcance.

Según Thomas Sargen y Neil Wallace, las expectativas racionales conducen a la controvertida conclusión de que las políticas de demanda agregada son inútiles para reducir la tasa de desempleo. Puede ser que la Banca Central tenga una poderosa influencia sobre los precios al ajustar la cantidad de dinero en circulación, pero puede afectar sistemáticamente el nivel de la producción y el empleo. Para comprender cómo llegamos a esta conclusión Sargen y Wallace, considérense los dos casos siguientes:

38 Ídem, p. 300.

1. Caso utópico. La gente conoce exactamente lo que hace la Banca Central. Ésta anunciada sus objetivos de oferta monetaria en cada período y lo afirma con precisión (figura 7).

CP L

Inflación (porcentaje)

6

5

4

kR
G

CP5% Tasa de desempleo0Figura 7

Supongamos que la economía descrita en la figura anterior se halla inicialmente situada en el punto G, que es el punto de equilibrio de la curva de Phillips a lo largo plazo CPLP. La inflación había sido nula durante cierto tiempo si suponemos en que estos momentos la Banca Central anunciará un incremento en la tasa de crecimiento de la oferta monetaria de un 5%, en consecuencia, la gente esperará una mayor demanda agregada y esperará que los precios se eleven en el futuro en 5% por ciento.

De acuerdo con la Teoría de las Expectativas Racionales, la gente no esperará a alcanzar esta inflación real para ajustar al alza sus contratos. Al conocer las medidas que causará una futura inflación, se ajustarán tan pronto como les sea posible a esa posición aun cuando la economía siga estando en G. Por lo tanto, la curva de Phillips a corto plazo se desplaza hacia arriba hasta CP5%. Si la gente obtiene la tasa del 5% de inflación que esperaba la economía se mantendrá sobre la curva CPLP, trasladándose directamente del punto G al R en este caso, la política inflacionista no ocasionará ningún cambio en el nivel de producción o de empleo, incluso a corto plazo.

De este modo, aun cuando el 5% sea la mejor estimación de la inflación, no han de ser necesariamente correcta. La gente no conoce con exactitud cómo funciona la economía, y no pueden conocer en cuánto aumentará la inflación por el rápido crecimiento de la oferta monetaria. Puede ser que obtenga una inflación mayor que la esperada de, por ejemplo, un 6%. En tal caso, la economía acabará en K en lugar de en

R. Por otra parte, puede que se llegue a una inflación menor (del 4%)) que colocará a la economía en W. La economía puede moverse desde del punto R, pero de forma aleatoria, pues es igualmente probable que mueve hacia la derecha o hacia la izquierda.39

39 Ídem, pp. 300-3001.

Con las expectativas racionales es fácil reducir la tasa de inflación siempre que las políticas de la Banca Central sean creíbles. Por ejemplo, si el Banco Central anuncia y lleva acabo una reducción del crecimiento monetario, la gente, anticipándose a una menor inflación, revisará sus contratos. La economía se desplazará automáticamente a un punto inferior sobre la curva de Phillips a largo plazo. Este desplazamiento es similar al que hizo de G a R, aunque ahora en el sentido opuesto. La inflación cae rápidamente, sin verse afectada la tasa de desempleo mas que por una perturbación aleatoria. Los teóricos de las expectativas racionales creen que la inflación puede ser eliminada sin que se produzca ningún, o casi ningún costo en término de alto desempleo.

2. En realidad la gente no conoce exactamente lo que hará la Banca Central, por lo que en este caso tiene que adivinar dos cuestiones: lo que hará la Banca Central y cómo responderá la economía, con la aplicación de las expectativas racionales, para efectuar la mejor previsión. Sin embargo, debe prever dos cosas en lugar de una. Por eso, algunos tendrán errores mayores que en el primer caso y, en consecuencia, las desviaciones aleatorias respecto a la tasa natural de desempleo serán también mayores.

Por ejemplo, si el Banco Central anuncia una reducción en la cantidad de dinero, cuando en realidad sucede lo contrario, la inflación sería mayor que la esperada, y la tasa de desempleo menor que la tasa natural. Sin embargo, ésta sería una mala política, pues la gente desorientada no imaginada las políticas que aplicará el banco de bancos en el futuro, y tendrá grandes errores al prever la inflación, provocando mayores fluctuaciones en la producción y el empleo. Los teóricos de las expectativas racionales concluyen que el Banco Central debería ser honesto. Ello haría que la demanda agregada y los precios fuesen estables y el máximo de predicibles, con el objeto de reducir las fluctuaciones aleatorias en el nivel de empleo. Ello sería posible a través de una política de aumento constante en la oferta monetaria. Un influyente grupo de economistas cree que las expectativas son la clave para que cualquier política antiinflacionario tenga éxito. Como a lo largo del proceso las expectativas se ajustan, es posible eliminar la inflación de una forma poca traumática sin que aparezcan largos períodos con una tasa de desempleo anormalmente elevada.

Para ver la importancia que pueden tener las expectativas, reconsidérese la Teoría Aceleracionista. Si las autoridades adoptan una política de demanda agregada expansiva, en un esfuerzo para mantenerla el desempleo por debajo de la tasa natural, el resultado será una inflación cada vez más acelerada. Observamos la siguiente figura:

CPL

8 6

Expectativas del 6% de inflación

4 2

D0 DR

Inflación (porcentaje anual)

Figura 8. Tomando de Wonnacott, Paul y Ronal Wonnacott: Economía. 4a. ed., Mc Graw-Hill, 1993, p. 297.

Situados en el punto inicial de equilibrio G, al incrementar la demanda agregada se provoca una reducción del desempleo y un aumento en los precios. La economía se mueve hacia H, pero H no es un punto de equilibrio estable. H se encuentra sobre la curva de Phillips a corto plazo CP0%, la cual se basa en unas expectativas de inflación nula. Sin embargo, la inflación real es de un 2% anual. Los contratos son ajuntados al alza para compensar ese porcentaje de inflación, lo cual provoca que la curva de Phillips a corto plazo sea ahora la CP2%. Si el gobierno quiere mantener el objetivo de una baja tasa de desempleo en D0, incrementará de nuevo la demanda agregada, moviendo a la economía desde H a J en el próximo período.

Supongamos que nos hemos situado en el punto J de esta manera, y que éste tiene asociado una inflación real del 4% ¿Cuál será la tasa de inflación que la gente esperará que suceda en el siguiente período? ¿Qué tasa de inflación esperarán los sindicatos y las empresas para cuando tenga que negociar los contratos salariales?

La respuesta de acuerdo con la Teoría Aceleracionista original, es que la tasa prevista para el futuro será la misma que la vigente tasa real: en nuestro caso, la tasa de inflación del 4% que la gente tiene en el punto J. Pero este es un ejemplo de expectativas adaptativas.

  1. Elabora un cuadro comparativo. Señalando los aspectos fundamentales de las expectativas adaptativas y de las racionales.
  2. En una cuartilla explica las siguientes aseveraciones: “Las expectativas racionales pueden dar como resultado una curva de Phillips vertical, el desempleo se desviará de su tasa natural sólo cuando las expectativas racionales no anticipen la tasa de inflación.