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Filosofía 2 – Sexto Semestre

1.2.3 LAS FORMAS A PRIORI DE LA SENSIBILIDAD

Las cosas (objetos) ofrecen una serie de datos que son captados por los sentidos y organizados por las estructuras de la sensibilidad, iniciándose la construcción del objeto de conocimiento en el interior de la persona. Dichas estructuras a priori de la sensibilidad son el espacio y el tiempo. Esta consideración revolucionó los conceptos de espacio y tiempo, que en la Filosofía tradicional se consideraban como categorías pertenecientes a los seres físicos, manera independiente a la captación del sujeto. Así, de la idea de espacio como propiedad de las cosas, se llega a la concepción del espacio como una categoría a priori de la sensibilidad perteneciente al sujeto cognoscente.

Igualmente ocurre con la idea de tiempo que era considerada como una propiedad de los entes en cuanto duración en la existencia, para entenderse como una forma a priori de la sensibilidad por la que se organizan los datos del fenómeno para ser estructurado como objeto conocido. Cuando conoces una cosa percibes los datos a través de los sentidos, pero tú eres quien la ubica dentro de un espacio y un tiempo gracias a las formas a priori que posees, registrándola en tu memoria, de tal manera que cuando la recuerdas, tiene el mismo aspecto espacio-temporal de cuando la conociste, por ejemplo, si intentas recordar a tu maestra de historia de la secundaria, la imagen que tienes de ella correspondería a la ocasión en que la viste por última vez e inclusive recordarás el lugar y la situación de tu encuentro con ella.

Kant decía que el sujeto es quien establece el espacio y el tiempo, lo cual hace que estas categorías sean formas subjetivas de percibir el mundo. Algo diferente afirmaba Aristóteles, pues para él el espacio es algo que tiene la cosa que conoces, de tal manera que el espacio se suele a aquí entender como el lugar que ocupa o la extensión que tiene.

ACTIVIDADES INTEGRALES

Desarrolla en los dos siguientes esquemas lo que se pide:

AUTORESPROBLEMÁTICA FILOSÓFICAS SURGIDAS EN LA CONQUISTAARGUMENTOS
AUTORESPROBLEMÁS FILOSÓFICOS Y CIENTÍFICOS EN LA NUEVA ESPAÑA ( S. XVI Y XVII)ARGUMENTOS

Comenta las respuestas con tu asesor.

  1. ¿En qué sentido se dice que relativamente hablando, la expresión “México colonial” no es muy adecuada, para referirnos a la problemática filosófica de la Nueva España?
  2. Di cuales son los tres grandes problemas filosóficos que se hemos abordado y que se plantearon los humanistas novohispanos.
  3. Qué filosofía y de qué filósofo de la antigüedad, sigue el pensador novohispano Palacios Rubios en su discusión acerca de la naturaleza de los indígenas?
  4. Cuáles fueron las dos posibilidades principales estrategias o propuestas a seguir para la asimilación o supuesta incorporación de los indígena a la cultura española, dentro de lo que se ha dado en llamar la conquista espiritual?
  5. Describe brevemente el problema de la legitimidad e ilegitimidad de la soberanía española sobre los territorios conquistados y la respectiva población indígena.
  6. A pesar de las importantes aunque aisladas producciones filosófico-científicas, propias de la modernidad, cuál fue la filosofía que predominó en la Nueva España durante los siglos XVI y XVII?
  7. Proporciona algunos datos de la vida y obra de los dos siguientes pensadores novohispanos, y explica porqué se les considera representantes de la modernidad dentro del ambiente cultural medievalesco de la Nueva España: a) Alonso de la Veracruz, y b) Tomás de Mercado.

2.2.1 Fray Alonso de la Veracruz

Nacido en Caspueñas, Toledo, España, estudió en la Universidad de Alcalá de Henares y en la de Salamanca con el nombre de Alonso Gutiérrez, fue discípulo de Francisco de Vitoria, gloria de la teología escolástica.

Siendo profesor de Filosofía en la Universidad de Salamanca, se traslada a la Nueva España invitado por miembros de la orden de los agustinos, donde es recibido el 2 de julio de 1536, cambiando su apellido por el nombre del lugar al que arriba: Veracruz.

Fray Alonso de la Veracruz después de su llegada a la Nueva España va a provincia u funda en Michoacán los monasterios de Cuitzeo, Yuriria, Guayangareo (después Valladolid, hoy Morelia), Cupandaro, Charo y Jacona. En Michoacán conoce y establece amistad con Vasco de Quiroga. Considerado el primer filósofo de América, el “Agustino Alonso de la Veracruz… llevó al nuevo mundo la Filosofía peripatética, imprimiendo en 1554 el primer tratado de Dialéctica, y en 1557 el primer tratado de Física, obras que le dan buen lugar entre los neoescolásticos del siglo XVI, modificados en método y estilo por la influencia del Renacimiento.

La obra filosófica de Alonso de la Veracruz consiste en cuatro libros: Recognito summularum, Dialéctica resolutio, Physica speculatio y Speciclum coniugiorum. La temática desarrollada por fray Alonso va desde la Lógica hasta el cuestionamiento de la legitimidad de la conquista de América.

En su obra filosófica encontramos reflexiones sobre la dialéctica magna de Aristóteles. “La Recognitio Summularum. Obra que junto a la Dialéctica Resolutio constituyen la publicación lógica del autor”. las doctrinas escogidas corresponden de manera general a los tratados escolásticos sobre las “consecuencias“, proposiciones “hipotéticas“, y propiedades de los términos (suposición, etc.), temas que incluyen aspectos importantes

54 Trabulse, Elías: El círculo roto (letras Mexicanas.) FCE, 1981, P. 26.

de la Lógica proporcional y predicativa. También fray Alonso de la Veracruz trata la problemática sobre la Filosofía natural, el intelecto y la inmortalidad del alma.

Alonso de la Veracruz tiene también una importante obra de carácter jurídico, contenida fundamentalmente en el “De decimis” y en la “Relecto de dominio infidelium et iusto bello”. En el primero trata sobre el problema del diezmo, y si es lícito o no cargar aún más a los indios con esta exigencia de la iglesia. Con esto se erige como defensor de los indios. En el segundo, “De dominio infidelium…” el autor entra de lleno en la controversia indiana y conquista la gloria de haber sido entre nosotros, en México y en el continente americano, el primer catedrático de derecho de gentes, a más de serlo, con igual y absoluta prioridad, de Filosofía y Sagrada Escritura en la incipiente Universidad de México. Los temas tratados en esta obra son, entre otros, los principios del derecho agrario, el drama de la encomienda, el dominio de los indígenas, etcétera.

Finalmente hablaremos de cómo fray Alonso de la Veracruz refutó las justificaciones ilegítimas de la conquista. En su obra De dominio se pregunta: ¿pudo el emperador o el rey de Castilla haber declarado a estos bárbaros una guerra justa? “Al contrario de otros miembros de la escuela española –Francisco de Vitoria entre ellos- que solían hablar de conquista”, el maestro De la Veracruz prefirió hablar simplemente de la acción hostil, la cual… no tenía por qué traducirse necesariamente en una subyugación permanente, sobre todo si ha dejado de existir la causa que dio origen a la empresa bélica.55

Para reafirmar la posición de Alonso de la Veracruz exponemos aquí algunos de los cuestionamientos desarrollados en su escrito “De dominio infidelium…” ¿Pueden, los que poseen pueblos en el Nuevo Mundo sin título, percibir tributos justamente o, por el contrario, están obligados a restituirlos y dejar libres a los nativos? ¿Es lícito exigir a los indios tantos tributos cuantos sean capaces de entregar? ¿Pueden estar los españoles moralmente tranquilos de los campos adquiridos de los indios a cualquier precio? ¿Existe alguna causa que justifique la guerra contra los habitantes de este Nuevo Mundo? Fray Alonso de la Veracruz muere en México en julio de 1584.

1.2.4 LAS FORMAS A PRIORI DEL ENTENDIMIENTO

Al igual que las formas de la sensibilidad, existen estructuras a priori del entendimiento que permiten al sujeto enunciar juicios (u opiniones) y construir argumentos (discursos), acto judicativo y discursivo. Esto lo expresa Kant en su Analítica Trascendental, que es una de las partes de los capítulos de la razón pura considerando la existencia de 12 categorías que dan origen y fundamentan los diferentes clases de juicios que tenemos para conocer.

El entendimiento, según Kant, se puede considerar como “… una facultad no sensible de conocimiento… no es una facultad de intuición…”,2 y los modos de conocer sólo pueden ser, o por medio de la intuición de los sentidos, o por conceptos, de tal manera que el entendimiento conoce por conceptos, de modo discursivo; lo que el entendimiento hace es juzgar por medio de ellos( un juicio es la forma a través de la cual enunciamos si algo es verdadero o falso).

Para Kant, el juicio es “el conocimiento mediato de un objeto”.3 En cada juicio existe un concepto que puede aplicarse a muchos, y entre ellos se encuentra comprendido una representación dada que se refiere inmediatamente al objeto. Por ejemplo, en el enunciado “toda silla es mueble”, el concepto mueble comprende distintas clases de objetos, y silla es una de las clases comprendidas, siendo ella misma una representación inmediata de un conjunto de objetos. Así, el juicio es “función de la unidad entre nuestras representaciones”.4 En este sentido, el entendimiento se puede considerar como “la facultad de juzgar”5.

El pensar es anterior al juzgar, pues pensar significa conocer por los conceptos. Los conceptos se refieren, como posibles predicados, a la representación de un objeto demanera indeterminada, como gas, mesa, elemento, fuerza, libro, etc. Éstos suponen diferentes grados de generalidad o particularidad.

Si hacemos abstracción de todo contenido de un juicio y nos referimos sólo a la mera estructura del entendimiento, tendremos cuatro criterios para clasificar los juicios y notaremos que en cada uno de ellos estarán comprendidas tres fases:

  1. Cantidad de los juicios: universales, particulares y singulares.
  2. Cualidad de los juicios: afirmativos, negativos e infinitos.
  3. Relación de los juicios: categóricos, hipotéticos y disyuntivos.
  4. Modalidad de los juicios: problemáticos, asertóricos y apodícticos.

La cantidad se refiere a la magnitud de los juicios, tomándolos como conocimientos

generales en relación únicamente con su magnitud.

2 Kant, Emmanuel: Crítica de la razón pura, p. 65

3 Idem

Idem 5 Idem, p. 66.

La cantidad de un juicio se refiere al número de individuos o clases representados en el sujeto del mismo. En este sentido, los juicios universales son posibles en función de la categoría de la unidad, que consiste en decir que todos los S son P, por ejemplo: “Todos los mamíferos son vertebrados”, los juicios particulares se establecen en función de la categoría de Pluralidad y consiste en decir que: algún S es P, por ejemplo: “Algunos vertebrados son peces”, y los juicios singulares se formulan según la categoría de totalidad como este S es P, por ejemplo: “Este ser es animal”.

La cualidad del juicio se refiere la posibilidad de atribución u oposición entre el sujeto y el predicado, los juicios se clasifican como: juicios afirmativos si se estructuran de acuerdo con la categoría de realidad como todo S es P, por ejemplo: “Todo felino es mamífero”; juicios infinitos si se enuncian según la categoría de limitación como todo S es no P; en ellos se manifiesta la intención de limitar la “esfera infinita de todo lo posible”6. Por ejemplo, si en lugar de decir: “Los batracios no son vertebrados”, se enuncia: “Los batracios son invertebrados”, en el primer caso tendríamos una negación pero en el segundo tendremos una afirmación, aunque se está afirmando un predicado negativo, situando al sujeto en la extensión restante a vertebrado, por lo que los juicios infinitos sólo son limitativos del contenido del conocimiento en general.

La relación se refiere a las formas en que se da la conexión del pensar en los juicios, que pueden ser:

a) del predicado al sujeto b) del fundamento con las consecuencias c) del conocimiento dividido y de todos los miembros de la división entre sí.

La primera se refiere a los juicios simples como: “Todo metal es conductor de electricidad”. Se denominan juicios categóricos pues se conforman según las categorías de sustancia y accidente. La segunda se refiere a las proposiciones hipotéticas que se forman a partir de la relación de consecuencia entre ambos, por ejemplo: “Si se califican estrictamente en todas las materias, sólo acreditan los estudiosos”. Las proposiciones que componen este enunciado no quedan especificados en su verdad, pues lo importante es la relación de consecuencia, y si se sigue la segunda de la primera, como si S, entonces P. la tercera corresponde a los juicios disyuntivos, que expresan una relación de oposición lógica, donde una de las proposiciones excluye a la otra aunque juntas representan la esfera del conocimiento propio. Por ejemplo: “Los seres vivos o son vertebrados o son invertebrados”.

Cada proposición representa una parte de la esfera del conocimiento posible acerca de los seres vivos.

La modalidad de los juicios se refiere al valor de la cópula en relación con el pensar en general7. Los juicios problemáticos “son aquellos juicios en los cuales el afirmar o negar se admite sólo como posible (voluntario)”8, como existe una sociedad perfecta, lo cual expresa algo que es pensado como un juicio voluntario, pero como condición para llegar a la verdad. Estos suelen ser aceptados de momento con el único fin de hallar el camino

6 Idem 7 Idem, p.68 8 idem

a la verdad, expresa sólo la posibilidad lógica. Los juicios asertóricos son aquellos que son considerados como reales (verdaderos) y se advierte en ellos la necesidad, como los metales se dilatan por el calor. Los juicios apodícticos son los que expresan necesidad lógica, que están de acuerdo con las leyes del entendimiento, como afirmando a priori. Por ejemplo: “Para que los metales se dilaten es necesario que exista una aceleración cinética de sus moléculas”.

Las categorías a priori son funciones del entendimiento que permiten al ser humano captar las cosas. De esta manera la universalidad, la necesidad, la causalidad y la sustancia son leyes del espíritu más no leyes de las cosas; no es el objeto el que rige al sujeto sino que el sujeto es quien actúa sobre el objeto generándolo en sus estructuras a priori.

Por un lado es necesario el dato empírico en tanto materia del conocimiento; sin embargo, lo determinante son las categorías del entendimiento como formas del conocimiento. En este sentido, la objetividad de le ciencia radica, entre otros aspectos, en la estructuración que las categorías permiten hacer con los datos por los cuales se obtiene la universalidad, la validez para cualquier espíritu humano.

La ciencia se constituye por la implantación de las categorías a priori, pero como productos necesarios de la forma humana del conocimiento. De esta manera, Kant dice que el modo de proceder del entendimiento es “…primero se juzga algo problemáticamente, luego se admite asertóricamente y por último se afirman como enlazado inseparablemente con el entendimiento, como necesario y apodíctico…”