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Filosofía 1 – Quinto Semestre

GLOSARIO DE VOCES NAHUAS

Alt. Agua. Aztlán. Lugar mítico de donde proceden las tribus nahuas. Apachichualizti. Inundación, diluvio. Ce-Ácatl. 1 Caña. Ce-Quiahuitl. 1 Lluvia. Ce-Técpatl. 1 Pedernal. Cicpatli. Lagarto, monstruo mítico del que se formó el Universo. Citlaltonac. Vía Láctea. Chicome mallinali. “Siete hierbas”, piñones. En el Sol de Viento lo hombres se

alimentaban de piñones. In ollin in yolotl. “Movimiento, corazón”. Emoción humana. In xochitl in cuicatl. “Flor y canto”, la poesía. Itzalcoatl. Uno de los hombres creados para reparar los cielos, ayudante de

Quetzalcóatl y Tezcatlipoca. Macehualli. Los merecidos por los dioses, los seres humanos, el pueblo. Mictlan. “Lugar de los muertos”, el inframundo. Nahui Atl. 4 Agua. Nahui Ehécatl. 4 Viento. Nahui Océlotl. 4 Ocelote. Nahui Quiáhuitl. 4 Lluvia. Ocelotl. Jaguar. Ollin. Movimiento, lo que anima o mueve al Universo. Ollin Tonatiuh. “Quinto Sol”, era actual.

Omecihuatl. “Señora de la Dualidad”, señora de la primera pareja.

Ometecuhtli. “Señor de la Dualidad”, señor de la primera pareja. Omeyocan. “Lugar de la Dualidad”. Oxomoco. Primer hombre creado. Tlacaélel. Consejero de los emperadores nahuas. Tenochtitlan. Capital del imperio azteca, centro y ombligo del mundo. Tlalocan. Paraíso de Tláloc, lugar de abundancia. Tlaltipac. “Sobre la Tierra”, la Tierra. Yollotl. Corazón.

Diosas Y Dioses De La Cultura Náhuatl Acolnahuactl. “El de la región torcida”, deidad del inframundo. Acoloa. “El que tiene los hombros”, figurativo: el fuerte Dios de la embriaguez. Acuecueyotl. “Falda de Agua”. Ahuic. “A una parte y a otra”. Ahuiteotl. “Dios de aquellos que son opacados por los vicios”, deidad de los bufones y

vagos.

Chalchihuitlicue. “Dios del Agua” o “La de la falda de jade”, compañera de Tláloc, alude al fenómeno de la germinación. Coatlicue. “La de la falda de serpientes”, madre de todos los dioses; deidad de la Tierra,

diosa de la vida y la muerte. Coyolxauqui. “La que se pinta o afeita del modo antiguo”, “La Luna”; en el mito se

refiere al suceder del tiempo, día-noche, porque diariamente es vencida por Tonatiuh “El Sol”. Cuezaltin. “Señor llama del fuego”, Dios-Fuego. Chantico. “En el hogar”, diosa del fogón del hogar y de los guerreros. Ehécatl. “Dios del viento”, advocación de Quetzalcóatl. Huitzilopochtli. “Colibrí de la izquierda”, deidad solar, uno de los tezcatlipocas.

Iztauhqui Tezcatlipoca. “Espejo que humea, blanco”, Quetzalcóatl. Mictlantecuhtli. “Señor de la región de los muertos”, Dios de la muerte y del inframundo. Nanauhatzin. “Dios bubónico que se convirtió en Sol”. Ometeotl. “Dios de la dualidad”, el primero, Dios principal. Quetzalcóatl. “Serpiente emplumada”, uno de los Tezcatlipocas, el Blanco. Quetzalcóatl-

Dios es el más alto dentro de la jerarquía divina, controla y gobierna los actos humanos.

Qutalhuexolotl. “Sauce hermoso”, árbol en que se convirtió Quetzalcóatl para sostener los cielos derrumbados tras el diluvio. Tezcatlipoca. “Espejo humeante” uno de los cuatro primeros dioses, hijo de los señores

de la dualidad, hermano y opositor de Quetzalcóatl. Tláloc. “Dios de la lluvia”, sustento de la tierra. Tonacacihuatl. “Señora de nuestra carne”, manifestación de Ometecuhtli. Tonacatecutli. “Señor de nuestra carne”, manifestación de Ometec. Xochipilli. “Dios de las flores”, de la primavera, del amor y las artes.

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Concatenación. Ordenamiento que implica una relación recíproca de sus elementos. Disertación. Acción de razonar mediante un discurso metódico. Escritura fonética. Representa un sonido mediante un signo específico. Escritura ideográfica. Representa ideas a partir de dibujos que las evoque. Extasis. Arrobamiento del alma, que se transporta fuera del cuerpo. Introspección. Proceso mediante el cual se realiza un análisis interior tendiente a

descubrir el alma. Ontología. Disciplina filosófica que estudia al ser.

PRESENTACIÓN GENERAL

El Colegio de Bachilleres, dentro de su plan de trabajo 1991-1994, consideró necesario impulsar la actualización y homogeneización de los programas de su plan de estudios, en sus modalidades escolarizada y abierta.

Con este propósito, y con una amplia participación de maestros de Colegio, se desarrollaron los trabajos de actualización, orientados al fortalecimiento de la formación propedéutica universitaria de sus egresados, de tal manera que nuestra Institución responda mejor, desde su ámbito de competencia, a los requerimientos del país.

Como fruto de ese esfuerzo académico de profesores del Colegio de Bachilleres, en colaboración con asesores psicopedagógicos y de contenido, se proporcionan a nuestros estudiantes estos capítulos de apoyo al aprendizaje, los que en forma dinámica se irán mejorando en la medida que se recojan las experiencias directas y enriquecedoras que aporta el ejercicio educativo.

DIRECCIÓN GENERAL Por ser éste el primer capítulo de Filosofía I, te explicaremos la intención general de la asignatura, así como el propósito y el alcance del presente material.

 

 

CUESTIONAMIENTO GUIA

Probablemente ha tenido la oportunidad de viajar, de conocer a personas que piensan diferente a ti, que visten de distinta manera y se alimentan con cosas que tal vez ni se te hubiera ocurrido comer jamás; quizá en alguna revista o programa televisivo te han mostrado otros pueblos, culturas diferentes a la tuya en las que es permisible tal o cual acción que en tu comunidad se prohíbe o, por el contrario, se ha despertado tu asombro al descubrirse que tus valores, sus creencias o tu forma de vida, son vistas por otros pueblos como impropias. Ante ese panorama la pregunta obligada es ¿quién está bien? Sin embargo, el problema no es calificar las acciones de otras en función de nuestra propia concepción sino considerar que únicamente a partir de nuestra cultura se explica todo sin poner en duda el marco desde cual interpretamos.

Si es así te invitamos a responder las siguientes cuestiones:

¿Por qué existen diferentes culturas?

¿Qué elementos constituyen y caracterizan una cultura?

¿Qué relación guardan sus elementos entre sí?

¿Por qué no son reconocidos los mismos valores por hombres de diferentes culturas?

¿En qué se basa una cultura para afirmarse como superior respecto de otros?

¿Por qué alguna cultura se erige como prototipo de la humanidad?

 

2.1 PSICOLOGÍA DEL QUEHACER FILOSÓFICO

En este tema hablaremos de la vocación interna o actitud general ante la vida que adopta el filósofo en su propósito de llegar a un conocimiento científico fundamentado.

Para Aristóteles, “Lo que en un principio movió a los hombres a hacer las primeras indagaciones filosóficas fue, como lo es hoy, la admiración”. (Metafísica. L.I.) “Admiración” o “asombro” se dicen en griego thauma. ¿Pero de qué se asombra el filósofo? Antes de responder a ello, podríamos preguntar: ¿qué es aquello que puede despertar en ti una particular admiración?

A todos nos sorprende lo extraordinario o imprevisto: el estallido de una guerra, algún accidente aéreo, los estragos de algún huracán. Sin embargo, el hombre primitivo era sujeto de asombro frente a fenómenos naturales impresionantes: una tormenta, un eclipse, un terremoto, un incendio o la erupción de algún volcán. ¿Qué diferencia existe entonces entre el asombro primitivo y el thauma filosófico? La diferencia es que el filósofo logra asombrarse justo de aquellas cosas que por ser tan familiares o cercanas no hacemos sobre ellas pregunta alguna; por ejemplo, que más cercano y conocido aparentemente conocidos- nos resultan, digamos, el tiempo, el lenguaje, el ser humano mismo, el bien moral, la educación, la realidad que nos rodea, el concepto de “verdad” o el de “política”, el dato seguro decreto individuo muere, o el dar por sabido, sin más, que existe algo así como el arte la ciencia, un devenir histórico o una actitud religiosa.

Si bien a diario, como hablantes y escuchas y hasta en las soledades de nuestro pensamiento íntimo, empleamos un lenguaje, por probablemente no nos hemos cuestionado cuál es su esencia, cuál es su estructura o qué significa la palabra misma de “significados”. También a diario nos movemos por referencias temporales que dominamos perfectamente; decimos, por ejemplo, “hoy es martes”, “hace quince días que me cambié de domicilio”, “ya es tarde para ir al cine”, etc.; pero difícilmente nos hemos preguntando seriamente qué es en sí mismo el tiempo, en qué consiste su devenir, o si es una pura proyección de nuestra mente, o si en realidad existe de manera objetiva. Sabemos bien que hoy nos encontramos en una época histórica diferente a las anteriores, pero no es seguro que nos hayamos preguntado si el transcurrir de la historia tiene un fin predeterminado o qué es aquello que hace que una edad histórica cambié hacia otra. Nos enfrentamos, manejamos, hacemos referencia y nos encontramos englobados por toda una variedad de cosas que componen nuestro mundo circundante, pero es improbable que hayamos reflexionado sobre cuál es el sentido último de la totalidad de lo real. De todo ello y más se asombra el filósofo: muestra una particular actitud crítica o reflexivas, problematizadora, ante las cosas, fenómenos y sucesos de mayor cercanía o familiaridad, sin dejar de considerar, desde luego, aquellos otros fuera de lo ordinario.

Tal capacidad de asombro le es posible en tanto que expresa una natural actitud de ocio, contrapuesta a los absorbentes intereses utilitarios de la vida diaria: un definido desinterés pragmático, una capacidad de ocio en el sentido de todo un estado de alma. Mucho más que una simple pausa en el trabajo o en el negocio, este estado del alma significaba una toma de distancia respecto de las urgencias prácticas del mundo ordinario, para profundizar así, contemplativamente, en la esencia última de las cosas.

El griego, como ciudadano libre, gozaba de condiciones para dedicarse a la reflexión, al diálogo intelectual y a la actividad política: éstas eran las expresiones de su capacidad de ocio.

Quien se asombra, entonces, lleva a cabo en forma pura una actitud contemplativa, es decir, una actitud de theoría, que significaba, también en griego, “contemplación”, dando lugar a ese término de primer importancia en el campo de la ciencia y la filosofía: el de “teoría”. Esta theoría, contemplación, capacitación receptiva de larga evitar o participación en el orden total de las cosas significaba la forma más celebrada de ser hombre.

Justamente esta actitud de theoría o contemplativa, es la que da lugar a una especie de “segunda mirada” sobre la realidad en general, aquélla en la que el saber práctico e inmediato sobre las cosas queda en suspenso para reconocer que sobre las cosas familiares no sabemos realmente cuánto es posible y necesario saber, que no basta el saber que nos permite el utilizarlas; este saber-que-no-sabemos es lo que en Filosofía cobra tradición, a partir de Sócrates de una manera expresa como “docta ignorancia”.

¿Quién hace filosofía?, se preguntaba Platón y respondía: no quien posee, digamos, un saber absoluto, ni aquel que manifiesta una completa ignorancia -que son, por otra parte, casos hipotéticos en tanto que extremos-, sino aquél que saber por lo menos alguna cosa: que no-sabe.

Todo ello constituye la particular actitud psicológica frente al mundo que adopta el filósofo para acceder a la verdad objetiva de las cosas: representa el fundamento vital de la Filosofía.