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Economía 2 – Sexto Semestre

1.1.4 POLÍTICA ECONÓMICA (1988-1994)

En el último año de gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado (1982- 1988) se definió una tendencia transformadora a partir del crack de la bolsa de valores, debido al crecimiento en la actividad bursátil frente a una actividad económica declinante, cuyos efectos pagó la sociedad, puesto que la inversión se canalizó a la especulación de divisas, que causó una gran devaluación en ese año; para evitar la salida de capital la tasa de interés alcanzó casi un 200%, hasta sobrevenir el pacto de concertación que significó una reducción de los ingresos de la población.

Este pacto de concentración estableció la disminución del deslizamiento cambiario, el ritmo inflacionario se redujo y al disminuir la tasa de interés decreció el servicio de la deuda pública interna. Estas medidas muestran la decisión de reducir el ritmo devaluatorio para abatir la inflación y experimentar una transformación estructural permitiendo la apertura comercial para fijar los precios; conforme a este contexto, encuadrado en el plan de estabilización, dio inicio la etapa correspondiente al gobierno de Carlos Salinas de Gortari, el cual continuó la política económica del gobierno anterior, sustentando en su política de modernización.

ACTIVIDADES DE CONSOLIDACIÓN

  1. Suponiendo que eres un empresario productor de tenis deportivos y tu producción anual es de $ 480 mil, a los precios corrientes del mercado, tu inversión bruta fija de N$ 120 mil, y tus gastos corrientes de $ 192 mil, contabiliza tus ingresos, tus gastos y obtén el monto de tus ganancias anuales.
  2. De acuerdo con los conocimientos que adquiriste explicar los siguientes cuestionamientos:

a) ¿Qué diferencia encuentras entre el sistema de cinco cuentas y el de nueve?

b) Explica el impacto de los impuestos directos en el precio de los satisfactores, considerando bebidas, cigarros, discos, restaurantes, etcétera.

 

1.3.1 ANTECEDENTES

¿Por qué ha cobrado tanta fuerza la teoría en cuestión? Los principales antecedentes de esta teoría los encontramos en los fisiócratas y en la economía política clásica de Smith y Ricardo, durante el siglo XVIII. A ello agreguemos el significado del laissez-faire, laissez-passer (deja hacer, dejar pasar), idea central del liberalismo económico, el cual desaprobaba la participación creciente del Estado en la economía. Así, dentro de este contexto, la Ley del Mercado de Say fue el sustento teórico superado por Keynes en la segunda década del siglo XX.

Teoría Neoclásica

Se identifica a Alfred Marshall como el principal exponente de la Teoría Neoclásica, considera como un instrumento de análisis para estudiar los desequilibrios, y eventualmente los equilibrios. Para Marshall, el dinero es el centro en torno al cual gira la ciencia económica.

Asimismo, Marshall adoptó medidas que hicieron sobrevivir a la Teoría Clásica, conciliando las viejas con las nuevas teorías, surgiendo así la Teoría Neoclásica. En las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial surgió una versión diferente, identificada como “síntesis neoclásica”, que a su vez trató de reconciliar la macroeconomía keynesiana con la microeconomía ortodoxa; por supuesto, no es en esta síntesis donde se puede ubicar a Friedman, pero keynes decía que:

El sistema existente ha fracasado en determinar no la dirección, sino el volumen del empleo actual…el resultado de llenar las brechas de la Teoría Clásica no es descartar el sistema manchesteriano (economía de mercado), sino indicar la clase de medio ambiente que requiere el libre juego de las fuerzas para aprovechar las potencialidades plenas de la producción.22

Teoría Cuantitativa

Para entender con claridad la Teoría Cuantitativa, deben revisar con detenimiento las aportaciones clásicas y neoclásicas. Así, Say (clásico) dice que la demanda de bienes es igual a la oferta de bienes; aseveración que los teóricos cuantitativos encuentran muy interesante en la formulación de su teoría. Por otra parte, John Stuart Mill (algunos le consideran clásico y otros no) decía, en 1844:

22 Keynes, J. M.: Teoría general de la ocupación, el interés y eldinero. FCE,México, 1984, p. 379.

Aunque el vendedor sólo vende en realidad para comprar, no comprar en el momento mismo en que vende, de modo que no aumenta necesariamente la demanda inmediata de un bien cuando aumenta la oferta de otro bien. En virtud de que la compra y la venta están separados puede ocurrir que haya, en un momento dado, una inclinación muy general y vender con la menor demora posible, acompañada de una inclinación igualmente general a diferir todas las compras durante el mayor tiempo posible.23 (Observa la inclinación de estos pensadores por las cantidades y el tiempo en que se efectúan las transacciones).

Podrían citarse muchos ejemplos más para identificar las ideas que retoman los teóricos cuantitativos como Wicksell, y observa que, mientras los autores clásicos subrayaron los efectos de los precios sobre la oferta monetaria a través del comercio exterior, los autores neoclásicos destacaron por su análisis del efecto sobre la creación del dinero por parte del sistema bancario.24

De manera general, en la Teoría Cuantitativa anterior a Keynes, el ingreso real no supone para todos los casos el nivel de empleo pleno, ni la velocidad constante, ni la oferta monetaria exógena. Si revisamos con mayor detenimiento el carácter exógeno de la oferta monetaria, esta variante del monetarismo se asocia con la Teoría Cuantitativa, donde el aumento de precios depende de la cantidad de dinero, es decir, M V = P Q, donde:

M = cantidad de dinero. P = nivel de precios.

V = velocidad de circulación. Q = producto.

Por lo tanto, la inflación sólo puede controlarse a través de la oferta monetaria, cuya tasa de crecimiento se accionará como una ‘palanca’. Sin embargo, la solución no está en el hecho de reducir la fabricación de monedas. Observa la relación entre la tasa de crecimiento de la oferta monetaria con la tasa de inflación:

Tasa de inflación (%)

(%)Tasa de crecimiento de la oferta monetaria
Figura 4.
23 Harris, L.: op. cit., p. 123. 24 Ídem, p. 142.

Pero, Wicksell, respecto a la relación entre la demanda de bienes y servicios y los precios, y el saldo de efectivo, señala que si “permanece constantemente el acervo de dinero” mientras aumentan los precios, los saldos en efectivo tienden a disminuir, lo cual obliga a disminuir la demanda de los consumidores y la oferta del empresario, y en consecuencia, una disminución de los precios. En el ejemplo citado ha dejado de lado el sistema bancario, aunque en ese sentido llegó a radicar su mayor aportación. Ahora bien, él reconoce que cuando un país incrementa de pronto de acervo –el descubrimiento de minas de oro-, casi de inmediato incrementa sus importaciones, creciendo enormemente su demanda de bienes y servicios, elevando los precios internos como consecuencia, es decir, se trata de un “mecanismo directo”, en cambio, el mecanismo indirecto se refiere al efecto de un aumento de la oferta monetaria sobre las tasas de interés, la oferta de depósitos bancarios (o préstamos) y la demanda de bienes.25

La Teoría Cuantitativa es de importancia histórica, pues las aportaciones de Wicksell corresponden al siglo presente. No obstante, su análisis sería cuestionado en la época en la que impera la teoría de Keynes, ya que hacia los años sesenta mostraba una renovada vitalidad, pero a la luz de las ideas de Milton Friedman. Keynes, en 1923, decía que la Teoría Cuantitativa era “fundamental… no está sujeta a debate. Sin embargo, con frecuencia se cita y se representa erróneamente… la exposición sigue las líneas generales del profesor Pigou… y del Dr. Marshall, más que el análisis del profesor Irving Fisher, más familiar”.

Por su parte, Milton Friedman, en su Marco teórico para el análisis monetario, señala:

Hemos aceptado la suposición de la teoría Cuantitativa… de que cualquier cambio en la cantidad de dinero, como tal, a la larga tiene un efecto mínimo sobre el ingreso real, de modo que las fuerzas no monetarias son “todo lo que importa” en relación con los cambios del ingreso real durante décadas y el dinero ‘no importa’… Para mí, la descripción de nuestra posición como que “el dinero es lo único que importa en relación con los cambios en el ingreso nominal y en relación con los cambios a corto plazo en el ingreso real”, es una exageración, pero que da el sabor correcto a nuestras conclusiones.

Además, continua Friedman, la moderna Teoría Cuantitativa “no especifica nada acerca de la división de un cambio en el ingreso nominal entre precios y rendimiento”. De tal suerte, la Teoría Monetarista de Friedman parece ser una aguda crítica a las aportaciones de algunos keynesianos alejados de la teoría de Keynes, en tanto que la Teoría Monetaria de Keynes explica por qué y cómo los empresarios hace frente a su nómina y a otras obligaciones contractuales. De esta manera, par Friedman:

La Teoría Cuantitativa es en primera instancia una teoría de la demanda de dinero. No es una teoría de la producción, ni del ingreso monetario, ni del nivel de precios. Toda aseveración acerca de estas variables requiere la combinación de la Teoría Cuantitativa con algunas especificaciones acerca de las condiciones de la oferta de dinero y quizá también acerca de otras variables.

25 Ídem, p. 148.

… ha sido predominante la influencia que va del dinero a la actividad económica, pero también se han observado claramente las influencias en el otro sentido, sobre todo durante los movimientos a más corto plazo asociado del ciclo económico. Cuando examinamos las ideas de los teóricos cuantitativos sobre la oferta de dinero, observamos de nuevo una semejanza entre lo antiguo y lo nuevo. Friedman y sus seguidores concluyen que la actividad económica influye a corto plazo sobre la oferta de dinero, mientras que las tendencias de la oferta monetaria a largo plazo se determinan en forma exógena.26

Teoría Keynesiana

La Teoría Monetarista y la Teoría Keynesiana se han convertido en dos grandes rivales ideológicas, aparentando estar en los extremos opuestos para la interpretación de la problemática económica. Se dice que la propuesta keynesiana sirve de base para la crítica de los monetaristas, pues a partir de ella se desarrolla toda su teoría. Keynes ha sido identificado como el que revolucionó el pensamiento económico, y los monetaristas -principalmente Friedman-, con la contrarrevolución.

1.1.5 PLAN NACIONAL DE DESARROLLO

Al asumir la presidencia se debe presentar un proyecto económico que determine los instrumentos de la política económica para lograr los objetivos fijados. En el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) este proyecto se llamó Plan Nacional de Desarrollo, que plantea los siguientes aspectos:

  • Defensa de la soberanía y la promoción de los intereses de México en el mundo.
  • Ampliación de la vida democrática.
  • Recuperación económica con estabilidad de precios.
    • Mejoramiento productivo del nivel de vida de la población.
    • Para lograr lo anterior se estableció, por un lado, la modernización y la necesidad de una reforma del Estado, puesto que se venía presentando como un Estado propietario e ineficaz, y la existencia de una planta industrial interna sobreprotegida y poco competitiva, que el Estado promovería en lugar de dedicarse a hacer y fomentar en lugar de sustituir, enmarcado en una visión neoliberal a través de “pactos”, cuyos objetivos fundamentales son:
  • Abatimiento de la inflación.
  • Saneamiento de la finanzas públicas.
  • Menor intervención del Estado.
  • Mayor apertura al exterior.

Entre los aspectos fundamentales al inicio del gobierno de Salinas de Gortari destaca la reducción de la deuda externa, lo cual se logró al condonar los acreedores parte del principal en un 41% de los 48 500 millones de dólares adeudados a la banca comercial y la reducción de la tasa de interés a una tasa fija del 6.25 % con la obligación de pagar puntualmente, con el aval del Fondo Monetario Internacional, el cual comprometió al gobierno mexicano a una férrea disciplina en el gasto programado. Para ello se constituyeron dos fondos: uno a través de bonos del Tesoro estadounidense, para pagar intereses por 18 meses, y el segundo mediante bonos cupón cero a 30 años para el pago del principal; sin embargo, se emitieron también swaps para cambiar deuda pública por capital, presentándose una disminución de la carga de la deuda externa; aunado a ello el Estado obtuvo importantes ingresos por la venta empresas paraestatales, que generó un superávit en las finanzas públicas y creó expectativas económicas optimistas.

No obstante, para superávit se amplió el proceso privatizador subastando la infraestructura y servicios públicos, de tal forma que el Estado, al no tener más empresas que vender, se vio comprometido cada vez más con el saneamiento de las finanzas públicas. Esto obligó al Estado a continuar con su política fiscal contraccionista implantando la llamada miscelánea fiscal para reducir la evasión fiscal. Sin embargo, esto causó una reducción en el consumo reflejado desde 1991, por la disminución de las ventas en el mercado automotriz y en el sector comercio, entre otros; por ejemplo la rama de material y equipo electrónico reflejó, en 1993, una caída en las ventas cercana al 17%7, que se debió a la apertura de la frontera a mercancías y servicios extranjeros; por lo tanto, los empresarios tuvieron que reducir su nivel de producción o cerrar sus empresas (miles de micro, pequeñas y medianas industrias), creándose un desempleo del 3.4%, aproximadamente, en el primer bimestre de 1993 y un incremento del subempleo que se reflejó en el incremento del comercio ambulante y del índice delictivo.

Como se observa, al realizar un proceso privatizado al Estado pretendía lograr mayor competitividad y democratización del capital para establecer un equilibrio de precios internos con los precios internacionales para abatir la inflación; sin embargo, se propició un déficit comercial y una mayor concentración del ingreso.

Otro elemento para abatir la inflación fue la reducción de las tasas de interés a partir de la reprivatización de la banca en 1990, a un 34%, y la determinación de que la banca dejara de financiar al gobierno a fin de utilizar tasas de interés competitivas con el exterior. Con estas medidas los bancos estuvieron en posibilidad de competir y sanear sus finanzas, puesto que se presentó una lucha por los espacios en las Casas de Bolsa. Sobre todo por la inversión que realizaran en la modernización de sus servicios, entre ellos los cajeros automáticos y otros nuevos instrumentos de captación, como el realizar operaciones para financiar empresas de nueva creación y apoyar la producción de las empresas ya existentes, lo cual les permitió concentrar y centralizar el capital, constituyéndose una vinculación como el capital financiero y productivo.

Desde 1991 se redujo la tasa de interés por la entrada de capital y el incremento de la reserva internacional que llegó a una cifra récord de 20 mil millones de dólares, permitiendo un deslizamiento de 20 centavos diarios. Estos factores, entre otros, permitieron reducir el nivel inflacionario, lo cual se ha logrado por lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo, de llegar a un dígito y que en julio de 1993 fue de 9.7 por ciento.

Ante la incertidumbre del Tratado del Libre Comercio (TLC) y como consecuencia de las políticas económicas anteriores se presentó una tendencia recesiva desde 1992 hasta los primeros meses de 1993, es decir, que si el abatimiento de la inflación, la contracción

7 La Jornada. 21 de enero de 1994, p. 59.

salarial, la apertura comercial y la venta de empresas paraestatales han dejado ver ciertos beneficios económicos, por otro lado se ha constituido otro problema que es la desaceleración en las actividades económicas, ya que las ventas de las empresas han disminuido desde 1992.

Lo anterior se debe, en primer lugar, a los créditos tan caros (por altas tasas de interés a pasivos), y en segundo lugar a la entrada de mercancías del extranjero que tienen gran competitividad con las mercancías mexicanas, en cuanto a su precio, y la reducción de la demanda interna por la disminución en el nivel de vida y los bajos salarios. Ello está reflejado en un desequilibrio de la balanza comercial, que hasta el primer semestre de 1993 era de 1728 millones de dólares, promedio mensual, frente a un déficit en cuenta corriente de 21 millones de dólares, es decir, que la apretura comercial incrementó las importaciones y, por lo tanto, contrajo las exportaciones, manifestando este desequilibrio externo; la única opción para compensarlo es la entrada de capital extranjero.

Este problema económico puede advertirse en el crecimiento del PIB, registrado en 1990, 1991 y 1992, que fue de 4.4, 3.6 y del 2.6%, respectivamente. En el primer trimestre de 1993 se tuvo un incremento del 2.3% con respecto al primer trimestre del año anterior, lo cual no corresponde a la meta establecida para 1993, que era de entre el

2.5 y 3 por ciento.

El panorama que se presentó en la economía mexicana fue incertidumbre, de graves problemas que afectaban cada vez más y en mayor grado a la población mexicana, como el desempleo, subempleo, pérdida del poder adquisitivo para lograr una inflación de un dígito, y a pesar de la ampliación de la política social mediante el Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol), se incrementaron los niveles de pobreza.

Sin embargo, los grupos empresariales y el Estado mostraban una actitud optimista ante la entrada en vigor del TLC, con el cual se preveía una recuperación paulatina; asimismo se aplicaron políticas económicas de corte neoliberal, para insertar a México en la globalización.

1. Desarrolla por escrito los diferentes problemas económicos que se han dado desde 1982. El siguiente cuadro te ayudará a ello.

Política económica de México

Política económicaGobierno anteriorGobierno actual
Objetivos
Características de los impuestos y el comportamiento del crédito
Comportamiento de las tasas de interés
Crecimiento del producto interno bruto
Niveles de inflación
Comportamiento de la balanza comercial
Devaluación del peso mexicano